MEJOR LLAMA A SAÚL

Así ha sido el emotivo final de 'Better Call Saul' con cameos y guiños a 'Breaking Bad'

El viaje de Jimmy McGill hasta convertirse en Saul Goodman llega a su final con el desenlace de la sexta temporada.

AMC

Por Héctor Alabadí El 17 de Agosto 2022 | 13:50

La historia de Saul Goodman llega a su final definitivo. Desde que le conociésemos en la segunda temporada de 'Breaking Bad', el carismático y embaucador abogado de Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul) se convirtió en uno de los personajes favoritos de la audiencia. Un mérito que le sirvió para conseguir su propio spin-off en forma de precuela y secuela con 'Better Call Saul'. Ahora, la serie de AMC, que en España está disponible en Movistar+, se despide con un desenlace que a su vez sirve de epílogo para la serie madre.

La ficción, creada por Vince Gilligan y Peter Gould, finaliza con el episodio 6x13, que lleva por título "Adiós Saul" ("Saul Gone"). Tras meses escondiéndose bajo la identidad de Gene Takovic y trabajando como gerente de la tienda Cinnabon en Omaha, para evitar acabar en la cárcel por los delitos cometidos en 'Breaking Bad', el prófugo encarnado por Bob Odenkirk es descubierto y atrapado por la policía. Saul se pone en contacto con el abogado Bill Oakley (Peter Diseth) para que le represente en el juicio, aunque realmente solo quiere que sea su asesor, ya que desea encargarse él mismo de su defensa.

Marie Schrader (Betsy Brandt), en el desenlace de 'Better Call Saul'

Ambos se sientan a negociar con el fiscal para intentar reducir su condena, como siempre, haciendo lo que sea necesario para conseguirlo. Aunque inicialmente se habla de cadena perpetua, la innata capacidad de Saul para manipular con la palabra acaba reduciendo ridículamente la condena. El personaje solicita que Marie Schrader (Betsy Brandt), la viuda de Hank (Dean Norris), esté presente en la negociación.

En ese momento, comienza a narrar su supuesta historia hasta acabar asegurando ser una víctima de Walter White: "Me mataría allá donde estuviera y tenía razón. El 4 octubre de 2009 mataron a 10 hombres dentro de tres cárceles en dos minutos, rajados y con las gargantas cortadas. Mataron a uno de mis colegas, un abogado que cooperaba con la DEA, Daniel Wachsberger". "Walter White había muerto, pero Jesse Pinkman y el resto aún están fuera y por ahí. No me queda nadie ni nada", añade. Así consigue pasar de cadena perpetua a siete años de cárcel. Pero para intentar incluir algunas cláusulas especiales en el acuerdo, Saul asegura tener información sobre el caso Howard Hamlin (Patrick Fabian). Es ahí cuando descubre que su exesposa, Kim Wexler (Rhea Seehorn), ya ha confesado todo lo ocurrido.

La analogía de los flashbacks

A lo largo de todo el episodio final, la trama principal ambientada unos meses después de 'Breaking Bad' se va intercalando con diferentes flashbacks que nos ayudan a conocer mejor a Jimmy McGill/Saul Goodman, a través de sus miedos y debates internos. Con la idea de una hipotética máquina del tiempo, asistimos a diferentes conversaciones con personajes icónicos del universo de ficción. Primero debate con Mike (Jonathan Banks) cuando estuvieron deambulando por el desierto sobre qué cambiaría de su vida, más tarde le pregunta a Walter White cuando estaban a punto de cambiar de identidad y, por último, con su hermano Chuck (Michael McKean) en una secuencia ambientada en la primera temporada de 'Better Call Saul'. Una analogía en la que entendemos que el personaje está atrapado en una especie de bucle del que debe intentar salir para conseguir la redención.

Walter White (Bryan Cranston), en el final de 'Better Call Saul'

El desenlace

El clímax del episodio 13 se desarrolla en el juicio contra Saul Goodman. Gracias a una última artimaña en la que incrimina a Kim, el abogado consigue que su expareja asista al juicio. Allí sorprende a todos los asistentes, y a los espectadores, con su confesión, y asegura haber mentido sobre Kim para que pueda escuchar lo que va a relatar. Por primera vez, el personaje dice realmente la verdad al narrar los hechos ocurridos en el pasado: "No, no estaba ahí cuando cocían o vendían, ni fui testigo de ningún asesinato, pero sabía lo que ocurría. Yo era más que un cómplice, era indispensable. Si Walter no hubiera entrado a verme aquel día, él habría muerto o ido a prisión en un mes".

Finalmente, Saul Goodman acaba siendo condenado a 86 años de cárcel. Una vez en prisión, recibe la visita de Kim Wexler, que finge ser su abogada. De algún modo, el personaje consigue regresar a sus inicios, dejando a Goodman atrás y volviendo a ser Jimmy McGill. La antigua pareja vuelve a estar en sintonía y comienzan a fumar en la sala de la cárcel, apoyados en la pared, recordándonos aquellas inolvidables secuencias de las primeras temporadas en el parking de Hamlin, Hamlin & McGill. Él permanecerá toda su vida en prisión y ella tendrá que seguir adelante con la suya, pero comienzan a estar en paz con ellos mismos. Así se cierra este universo que ya forma parte de la historia de la televisión.