Enrique del Pozo sufrió acoso sexual por parte de un sacerdote cuando era niño: "Quería que lo masturbase"

Con la marcha de Diego Arrabal de 'Viva la vida', quedaba una silla libre en el programa de los fines de semana de Telecinco. Esta ha sido rápidamente sustituida, pues han encontrado en Enrique del Pozo a su nuevo colaborador. Para ir conociéndolo en mayor profundidad, se ha enfrentado a las famosas escaleras de las emociones, donde tenía que ir desvelando cuáles habían sido los episodios más complicados de su vida.

Del Pozo comenzaba hablando sobre su infancia, asegurando que esta etapa de su vida se la debía a "mujeres como mi madre". Tras la separación de sus padres, el colaborador sufrió mucho el hecho de que llamaran "puta" a su madre por haberse separado. "Pasaba delante de un bar y se pensaban que por estar separada era una mujer fácil", recordaba de algunos de los episodios que vivió relacionados con su madre.

Tras tratar este tema, Emma García le cuestionaba sobre una relación con un cura. "Ese es un tema que todavía me produce un nudo en el estómago", contaba Enrique del Pozo. "Sufrí un intento de abusos sexuales intentando que yo lo masturbase. Una persona que abusa de un niño con sotana o sin sotana tiene que ser condenado e ir a la cárcel", contaba en referencia a unas declaraciones que vertió en un programa. "Aquello, pensando que estaba haciendo algo positivo y con respeto, se convirtió algo en contra de mí. Sufrí insultos, me llamaron de todo".

Víctima de chantajes y acoso psicológico

Enrique del Pozo, con tan solo 11 años, se negó a realizar tal práctica, lo que desencadenó un chantaje: "En el transcurso de mis estudios, se vengaba. Yo tenía una beca (...) y me sentía chantajeado porque tenía el miedo de que me quitara la beca y mi madre no pudiera pagarme los estudios. Era un acoso ya no físico, sino psicológico". Además, el colaborador confesó que no llegó a contárselo nunca a su madre y que no habló del tema hasta que esta no falleció.

El cantante nunca llegó a comprender por qué muchos de sus compañeros de profesión le recriminaron haber contado este tema de manera pública. "¿A ti te parece mal que yo hable de esta historia?", preguntaba directamente a la presentadora. "Tienes que dejar de pensar en lo que la gente diga de lo que tú dices. Tú hablas de lo que te da la gana. Si a una persona le parece mal que hables de esto, no merece ni que le dediques unos segundos. Nos dejamos llevar por esos comentarios y lo importante es que lo denuncies y que sirva para esos padres, madres o esos niños que pueden estar pasando por una situación similar".