El amor entre Can y Sanem en 'Erkenci Kus: Pájaro soñador' es más que evidente, pero la intensidad de su relación hace que las inseguridades salgan a flote en muchas ocasiones, sacando su lado más vulnerable e inestable, sobre todo en las situaciones más extremas. Cuando Sanem se entera de que Can ha decidido marcharse en barco, en un impulso acude a buscarle para impedir que sus destinos se separen.
Can y escucha a Sanem sincerarse durante un viaje en barco
Cuando Sanem llega al puerto, Can aprovecha para emprender un viaje con la escritora para poder tener un momento de intimidad y tranquilidad juntos. La travesía hace que Sanem vea las cosas más claras, y de pronto entiende que la libertad forma parte de su amado, y que es algo que tiene que aceptar: "Sabía de tu vida ya antes de conocerte, viajero empedernido, fotógrafo, aventurero, solitario, un hombre libre... Y me enamoré de aquel hombre, pero intenté cambiarte. Tenía mucho miedo de que al final te fueras. Pero ahora entiendo que fue lo mejor, te fuiste porque tenías que irte. Te fuiste porque tenías que irte y volverás a irte porque debes hacerlo, porque eres así. Te pido perdón. Siento mucho haber intentado cambiarte", le confesaba Sanem al fotógrafo.
Tras escuchar las palabras de Sanem, Can se sincera y se disculpa también: "Arraigarme en un sitio siempre ha sido muy difícil para mí, nunca he estado mucho tiempo en el mismo sitio. Nunca tuve ni un lugar ni amistades estables. Me dediqué a escapar de mis problemas. Era lo único que sabía hacer. Confiaba en ti. Solo en ti, Sanem. Me enamoró tu inocencia, admiraba tu confianza en la gente, tu pasión por la vida pero intenté que fueras como yo. Te quería desconfiada como yo. Lo siento muchísimo. Perdóname por haberte querido cambiar".
La pareja logra vencer sus miedos y reconocer las inseguridades que ponen trabas a su relación, y en el momento de sinceridad, Sanem aprovecha para confesarle a Can que sabe que él no había quemado el cuaderno: "Lo supe cuando entraste en la casa en llamas. Llevaba tiempo sospechándolo, pero en aquel momento me quedó claro que no fuiste tú quien lo quemó", explicaba la escritora.
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Una despedida que no es lo que parece
Tras el momento íntimo de sinceridad entre la pareja, toca despedirse, o al menos eso cree Sanem. Para la sorpresa de la escritora, cuando piensa que Can va a marcharse del país, descubre que el fotógrafo ha vendido su barco con la intención de vivir en Turquía de manera indefinida. Sin embargo, cuando Sanem le pregunta el verdadero motivo por el que se queda, Can contesta que se queda por su padre.