"Esto no es lo que hacen los socios." Así frena Can el apasionado momento en el que sus labios estaban a milímetros de los de Sanem. Una vez más, 'Erkenci Kus: Pájaro soñador' vuelve a anticipar el esperado reencuentro amoroso de sus protagonistas y, otra vez, se acaba frustrando para remarcar que esto no es un drama, sino una comedia de enredos que enmaraña sin piedad a sus personajes.
Can y Sanem se encuentran en 'Erkenci Kus: Pájaro soñador'
Ese instante es la culminación de un día en el que Can y Sanem han jugado al gato y el ratón. Ambos han tratado de ocultar que poseen algo de la otra persona, un recuerdo que les permite mantener viva una relación que no termina de recomponerse. Sin embargo, cuando cae la noche, ambos quedan en el puerto y terminan por entregarse esos objetos: un pañuelo y un anillo.
"Hay cosas difíciles de olvidar. Cosas que valoramos mucho y son importantes, y si las perdemos acabamos enloqueciendo," reflexiona Can, asemejando la pérdida de su anillo con la de su amada, que está embelasada por el fotógrafo. En ese momento, Sanem recupera su pañuelo, después de Can reconozca que siempre lo lleva con él, al igual que ella confiesa que nunca se separa del objeto de su socio.
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Es entonces cuando la distancia entre ambos se reduce de manera extrema, pero, justo cuando se va a producir el ansiado beso, es cuando Can da un paso atrás para recordar a la escritora que ahora son socios de negocios, no amantes. "Tienes razón, esto no está bien. Si estar tan cerca te ha molestado, que sepas que no lo he hecho a propósito. Ha sido algo espontáneo, no tenía intención de hacerlo, en absoluto," reconoce nerviosa Sanem, que se aleja así de un Can que no quiere romper con su palabra: "Prometí que no haría nada que pudiera herirte."