A pesar de la gran experiencia que tenga un presentador de televisión, las Campanadas son un momento de tensión que puede jugar una mala pasada a cualquier profesional de la comunicación. Un ejemplo de esto es Roberto Herrera, quien lleva presentando la emisión de la noche del 31 de diciembre 22 años, y Nia Correia, la elegida por segundo año consecutivo por Radiotelevisión Española para formar una dupla con el canario.
Al igual que el resto de años, tras las Campanadas de la Puerta del Sol, TVE conecta con Canarias para ver, una hora más tarde, cómo despiden el año. "Señoras y señores, saludos desde la isla de Tenerife, desde el municipio de Santa Úrsula. Bienvenidos a la noche de fin de año. Desde Canarias al mundo", ha comentado Roberto Herrera al comienzo de la emisión canaria de Radiotelevisión Española.
Roberto Herrera y Nia Correia en las Campanadas de Canarias
Tras varios minutos, la hora de dar las Campanadas para recibir el 2024 se estaba acercando y Roberto Herrera y Nia Correia comenzaron a llevar a cabo una cuenta atrás para que los espectadores estuviesen prevenidos. Sin embargo, como no calcularon bien, la campana comenzó a sonar cuando todavía estaban terminando de contar, algo que pudo provocar que alguien no se comiese la primera uva cuando tocaba. No obstante, el rótulo de la emisión si que iba coordinado con las Campanadas, por lo que, si los canarios se fijaron en él, pudieron tomarse las uvas sin ningún problema.
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Algunos antecedentes
Lógicamente, no es la primera vez que hay algún error en las Campanadas. De hecho, ya en 1989, Marisa Naranjo se confundió en la noche del 31 de diciembre, ya que, cuando comenzaron a sonar las campanadas, ella pensó que todavía estaban en los cuartos. Otro de los errores más sonados no lo generó el presentador, sino el propio canal, puesto que, en 2015, Canal Sur puso publicidad en los últimos segundos del año, lo que provocó que no se pudiese escuchar el sonido de las campanas. Asimismo, en 2012, Paula Vázquez tuvo algunos problemas con su vestido, pero esto no afectó a que los espectadores se pudieran tomar las uvas con normalidad.