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Casi diecisiete años después de su estreno original en Antena 3, 'Aquí no hay quien viva' nos sigue sorprendiendo con momentos de clarividencia. La sitcom vecinal se convirtió en todo un fenómeno de audiencia durante sus cinco temporadas de vida, manteniéndose a día de hoy en la parrilla de Atresmedia en el ámbito temático. Esa vigencia sigue atrayendo a nuevos espectadores a Desengaño 21, mientras que otros más versados han recordado un momento de la serie que guarda un inquietante parecido con la situación actual.
En Aquí No Hay Quien Viva también hay cuarentena y usan tapabocas. pic.twitter.com/tEtIke5cHO
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) April 6, 2020
Ahora que estamos confinados en nuestros hogares ante la propagación de la pandemia de coronavirus ha cobrado relevancia una secuencia del vigesimosexto episodio de la tercera temporada de 'Aquí no hay quien viva', titulado "Érase un primer presidente gay". Una de las tramas de aquel capítulo mostraba a Mauri, maltrecho por la varicela que le había pegado su hijo Ezequiel, tratando de escaquearse del cargo de presidente para irse de viaje. Sin embargo, cuando otros vecinos empezaban a mostrar síntomas de lo que se había bautizado como "virus africano", el resto del vecindario forzó al personaje de Luis Merlo a quedarse en casa.
Además de confinarle también le metían en su hogar a Concha y Mariano, tirando por la borda su plan. Visto desde el prisma de una actualidad en la que multitud de países han dictado medidas de restricción de movimiento para tratar de controlar el COVID-19, este instante de la comedia de Antena 3 sirve de parodia involuntaria, aunque desgraciadamente en nuestro caso esto se haya convertido en una realidad y no sea la treta de un vecino.
Futuro en espera
Una de las consecuencias más directas del impacto del coronavirus en la industria del entretenimiento ha sido la detención de rodajes para no poner en riesgo a los equipos de producción. Ese ha sido el caso de la evidente sucesora espiritual de 'Aquí no hay quien viva', 'La que se avecina', que a mediados de marzo se vio obligada a paralizar la grabación de la segunda parte de su duodécima temporada, retrasando así el final de ciclo que iba a marcar un punto de inflexión en Mirador de Montepinar.
