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El planeta se encuentra actualmente sufriendo una de las mayores pandemias que recordamos en nuestra historia reciente. A día de hoy ya son más de 215.000 las personas contagiadas del coronavirus COVID-19 en todo el mundo, siendo China el país en el que se han registrado más casos, junto a Italia y España. Este virus no entiende de fronteras y prueba de ello es lo que también está sucediendo en otros países de Centroamérica como Honduras. Muchos españoles tenemos presente ese territorio ya que es el lugar en el que se desarrolla el reality show de Mediaset España y BulldogTV, 'Supervivientes 2020'. Además de los españoles que residen allí, hay un buen grupo de nacidos en nuestro país que están desplazados al lugar para trabajar en el formato de telerrealidad.
Concursantes de 'Supervivientes 2020'
En definitiva, el país en el que se desarrolla 'Supervivientes' empieza ya a vivir las dramáticas consecuencias de esta pandemia que podría terminar afectando a la producción del mismo. De esta grave crisis en Honduras son testigos un grupo de españoles que han participado en 'El programa de Ana Rosa' este jueves 19 de marzo. Estos han advertido que están viviendo con mucho miedo todo lo que está sucediendo y han explicado que uno de los mayores temores a los que se enfrentan a día de hoy los hondureños son posibles saqueos de la población. Ante la desesperación por la posible falta de comida, todos se preparan para una auténtica rebelión en sus calles. Aunque por ahora no se han producido estos hechos, dichos españoles sí han advertido que temen que se ejecuten en cuanto la situación empiece a empeorar, tal y como parece que sucederá.
¿Qué pasará con 'Supervivientes'?
Cabe destacar que el equipo de 'Supervivientes por ahora se encuentra perfectamente, no se han detectado coronavirus en ninguno de sus miembros y por ahora la producción del formato sigue su ritmo. Tal y como señala La Vanguardia, la productora sí ha tomado medidas de prevención para evitar que ningún trabajador del formato termine contagiado de COVID-19. De esta forma, hay un restaurante independiente en el hotel en el que se encuentran los trabajadores para evitar que estos tengan contacto con el resto de huéspedes, han quedado suspendidas todo tipo de excursiones en el lugar y se han prohibido también los desplazamientos fuera del hotel. El objetivo en todos los casos es que ningún redactor, cámara, productor, auxiliar o maquillador tenga contacto con ninguna persona local.