Las llamadas de 'El hormiguero' a espectadores de toda España al azar ya viene siendo algo habitual en el programa de Pablo Motos. Durante la emisión de la noche del martes 7 de mayo, el valenciano probó suerte una vez más para repartir una de sus tarjetas con 3.000 euros, en esta ocasión en compañía de la actriz española Marta Milans, miembro del reparto de la película estadounidense "Shazam".
Pablo Motos y Marta Milans en 'El hormiguero'
"¿Sabe usted que es lo que quiero?", preguntó la actriz cuando una espectadora respondió a la llamada del programa. Una cuestión que, para conseguir el dinero, debía obtener la respuesta "la tarjeta de 'El hormiguero', pero ante la que la desconocida contestó que "no lo sabía". Ante la respuesta errónea de la espectadora, Milans y Pablo Motos la invitaron a encender la televisión para poner Antena 3, con el fin de que se diera cuenta de que no se trataba de una broma. "¿La cadena triste?", soltó entonces la espectadora, para sorpresa del presentador y su invitada, que no pudieron contener una carcajada.
"Eso ya pasó. Creo que ya superamos esa etapa y ya no somos tan triste", bromeó Motos, incapaz de contener la risa. "Pablo, tira un confeti o algo para que vea que no somos tristes", animó por su parte Trancas, con cachondeo. Una propuesta que el presentador se tomó en serio "para demostrar que no eran tristes". "Como pierda el dinero, vas a ver quien está triste de los dos", lanzó la mascota del programa, algo que acabó sucediendo. "Esto es alegría natural que tenemos", bromeó el presentador tras lanzar algo de confeti y bailar junto a Milans.
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Un calificativo con historia
"No se ponga usted triste, señora", se despidió Motos, antes de colgar, a modo de "pullita" a la espectadora, bromista. La desconocida rememoró así un "mote" que, en el pasado, fue utilizado con frecuencia por los colaboradores de 'Sálvame' para hacer referencia a la principal cadena de Atresmedia. Un calificativo que, aunque nunca se relacionó de forma explícita con Antena 3, empujó a la compañía a denunciar a Telecinco en 2010 por lo que describieron como una "campaña de desprestigio". Una situación por la cadena de Mediaset prohibió dicho término en sus programas para referirse a su principal rival, con el fin de evitar mayores problemas.