Eurovisión 2019: Georgia sorprende y Australia no deja a nadie indiferente en el segundo día de ensayos

Tras los ensayos de la primera mitad de los países que podremos ver en acción durante la Semifinal 1 de Eurovisión 2019 del 14 de mayo que se dieron en el Centro de Conferencias de Tel Aviv en el día inaugural de los ensayos, la jornada del 5 de mayo ha estado dedicada a la otra mitad de los países que lucharán por su pase a la Gran Final del 18 de mayo: Bélgica, Georgia y Australia durante la sesión matutina, e Islandia, Estonia, Portugal, Grecia y San Marino, en la sesión vespertina.

Bélgica

Eliot y su "Wake Up" fueron los encargados de inaugurar la segunda jornada con una puesta en escena en la que la delegación belga se convirtió en la primera en recurrir a los famosos triángulos del escenario que tanto promocionaron los encargados del certamen. El cantante estuvo acompañado por dos bailarines y dos grandes tambores, en una función que dio comienzo con un fondo rojo para dar paso a imágenes futuristas en las pantallas LED. Una actuación en la que la estética de contrastes entre colores cálidos y negros se vio reflejada en el vestuario del artista y sus acompañantes, cuya coreografía fue simple para enfatizar la letra, y que parece haber dividido a los eurofans, entre aquellos a los que les ha gustado la propuesta y los que la han considerado insuficiente.

Georgia

Oto Nemsadze se subió al escenario de Tel Aviv en solitario para interpretar "Keep on Going", donde posteriormente se incorporó un coro compuesto por cinco hombres. La delegación georgiana recurrió a contrastes de tonos fríos y cálidos en la puesta en escena, con un paisaje nevado frente a las llamas que aparecían a medida que avanzaba la canción y un vestuario negro tanto para el cantante como para los coristas. Nemsadze incluso recurrió a una pausa "dramática" que resaltó con la intensidad de la canción, la cual no dejó de crecer hasta su final. Una puesta en escena que parece haber sorprendido especialmente a aquellos que se declararon "no muy fans de la canción" y que se ha ganado las alabanzas de los eurofans.

Australia

Kate Miller-Heidke repitió el estilismo que presentó en la preselección australiana para su primer ensayo en Tel Aviv de "Zero Gravity": vestido blanco brillante y una corona de púas. La australiana apareció acompañada por dos bailarinas acróbatas en una actuación en la que las tres se fueron elevando por encima del escenario gracias a unas largas varas, haciendo honor al título de la canción. Dicho recurso limitó los movimientos de las bailarinas y la cantante, que se reducían a un mero balanceo hacia los lados, mientras imágenes galácticas desfilaban por las pantallas LED. Una imagen que muchos han calificado de "cuadro" y que ha dividido a los eurofans entre los que se muestran a favor de la arriesgada puesta australiana y los que la consideran excesiva e incluso innecesaria.

Islandia

El trío Hatari protagonizó un primer ensayo de "Hatrid mun sigra" repleto de cuero en su vestuario (como viene siendo habitual en su estilo) y elementos más allá de las pantallas LED, en las que predominó el rojo y el negro y se vieron imágenes de cadenas. Sobre el escenario, con el grupo, se recurrió a una gran jaula esférica y a potentes explosiones pirotécnicas. Además, contaron con la compañía de dos bailarinas, cuya coreografía giró principalmente en torno a la jaula, en el centro del escenario. Un juego de luces, voces potentes y un estilismo extravagante que no ha pasado desapercibido y cuyo impacto ha generado opiniones muy opuestas entre los eurofans, tanto a favor como en contra.

Estonia

Frente a la potencia y los elementos de Hatari, Victor Crone se ha subido al escenario de Tel Aviv en solitario, por primera vez, para interpretar "Storm". Con un estilismo informal y oscuro, el cantante protagonizó una puesta en escena muy básica en la que él era el absoluto protagonista, acompañado al principio con una guitarra acústica. Una actuación que contó con el apoyo de movimientos de cámara "cerrados" en torno a Crone, además de las imágenes en las pantallas LED, de tonalidades naranjas, que desembocaron en una tormenta. Este elemento ya lo pudimos ver en su actuación en la preselección del país, al igual que, prácticamente, todo lo demás. Todo apunta a que la delegación de Estonia ha optado por no arriesgarse más allá, lo que propició que muchos eurofans calificasen la actuación de "floja", "sosa" o "insuficiente" para una final eurovisiva.

Portugal

Conan Osiris se subió por primera vez al escenario de Tel Aviv para interpretar "Telemóveis" con el bailarín Joao, como ya hizo en la preselección portuguesa. En esta ocasión, el cantante y su acompañante han apostado por un cambio de estilismo y han pasado del blanco a los tonos verdes, lo que acompañado por los tonos rojizos de las pantallas LED durante la actuación, evocan directamente a la bandera lusa. Una puesta en escena en la que las rosas están muy presentes en dichas pantallas como elemento decorativo y que, a pesar de que el bailarín repitió la coreografía que ya realizó durante el Festival de la Cançao (o precisamente por ello), ha logrado el aplauso de muchos eurofans.

Grecia

Katerine Duska ha estado acompañada por cinco bailarinas durante su interpretación de "Better Love", con una puesta en escena con elementos florales, dentro y fuera de las pantallas LED, y de variados tonos pastel. Dicho estilismo que quedó reflejado no solo en el vestuario de la cantante, también en el de las bailarinas que la acompañaban: mientras que tres de ellas lucían vestidos de color amarillo pálido, las dos restantes lucían monos blancos semitransparentes y llevaban floretes que emplearon en una coreografía al estilo de la esgrima. Una puesta en escena cuya estética y elegancia, al igual que la potente voz de Katerine, parecen haberse ganado las alabanzas de muchos eurofans.

San Marino

"Say Na Na Na", tema de Serhat para representar a San Marino, sonó acompañado por tres coristas y dos bailarines, todos ellos vestidos de blanco, al igual que el artista. Mientras que el cantante ocupaba una plataforma no muy alta sobre el escenario, las pantallas del fondo fueron mostrando distintos colores, de intensas y vivas tonalidades, a los que se unieron partes de la letra de la canción desplegados en distintos momentos de la actuación como elemento decorativo predominante. Una actuación cuyo buen rollo y alegría, al igual que su puesta en escena, recuerda un tanto al videoclip oficial. Además, recibió la aprobación de muchos eurofans, aunque ha habido alguna que otra pega, en favor de sacar un mejor partido a la alegría de la canción de cara a la puesta en escena.