La situación dramática de España en el voto del jurado de Eurovisión 2019 podría haber sido todavía peor. Miki ocupó la última posición en este apartado con siete puntos, si bien la realidad es que solo recibió uno por parte de los expertos de Rusia. Los otros seis llegaron desde Bielorrusia mediante un sistema que genera unos votos artificiales en función de lo votado en otros países similares. El motivo de esta inusual decisión fue castigar al jurado bielorruso, que desveló sus valoraciones antes de lo permitido.
Para este tipo de casos, la UER tiene previsto un protocolo a partir de una media calculada con las puntuaciones de países con similitudes demográficas y culturales. Lo curioso es que los puntos del "falso jurado" bielorruso fueron a parar a países que estaban ocupanso malas puntuaciones en la clasificación, como Alemania, Reino Unido, San Marino o la propia España. Lo normal habría sido que siguiese la tendencia mayoritaria, dado que se trataba de una media.
La media de los jurados de Armenia, Azerbaiyán, Georgia y Rusia podría haber sido leída en orden inverso
Un usuario de Twitter ha encontrado una posible explicación a esta circunstancia. Para ello, ha extraído la media de los jurados de Armenia, Azerbaiyán, Georgia y Rusia, países que la UER coloca en el mismo grupo. La sorpresa es que conforman una clasificación inversa a la que fue comunicada por el portavoz de Bielorrusia en la final. Así, Israel, que recibió doce puntos, es el último en el ranking, y así sucesivamente.
Se trata de un simple error de lectura que habría provocado un resultado totalmente distinto al original. Malta tendría que haber recibido doce puntos y, por detrás, Macedonia del Norte, Chipre, Italia, Países Bajos (que tendría los seis de España), Azerbaiyán, Suiza, Grecia, Suecia y Rusia.
Los jurados internacionales, cuestionados
El error se repite en jurados de otros países, confusos a la hora de decidir si la primera posición de su tabla es la mejor o significa otorgarle un solo punto a la actuación. Un ejemplo se da en Rusia, donde Igor Gulyajev, uno de los expertos seleccionados, colocó en penúltima posición a Albania en su semifinal y, en cambio, le otorgó un segundo lugar en la final. El cambio de opinión es, cuanto menos, sospechoso.
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El asunto continúa poniendo en entredicho la fiabilidad de los jurados, que en 2019 han vuelto a favorecer el voto entre países vecinos más incluso que los espectadores. Miki ha sido uno de los más perjudicados en este sentido al ser situado en última posición en el jurado y en 14º puesto en el televoto.