En medio del proceso de negociaciones del Brexit, el Parlamento de Reino Unido ha encontrado otro asunto del que hacerse cargo, y tiene que ver nada más y nada menos con uno de los acontecimientos más destacados de cada temporada televisiva: el Festival de Eurovisión. Los eurofans británicos han pedido que el día de la final se convierta en festivo nacional, propuesta que no ha sido muy bien recibida por sus dirigentes.
La propuesta ciudadana se realizó con el objetivo de mitigar las consecuencias de las crisis europeas incluyendo, de hecho, el Brexit. "El Festival de Eurovisión es una celebración de la cultura e historia europea. Reino Unido debería intentar participar en él lo más posible para promover la integración europea, la cooperación y la paz en un momento de graves conflictos y divisiones políticas en Europa", rezaba la solicitud.
El Parlamento británico rechaza convertir Eurovisión en día festivo nacional
Realizada a través de un portal que tiene como objetivo trasladar ideas a los políticos, el solicitante destacaba la gran audiencia que tuvo Eurovisión 2018, de más de 180 millones de personas en todo el mundo. "Convirtiéndolo en festivo nacional incrementaríamos la participación y el interés en el certamen mejorando, por tanto, la educación sobre la Europa moderna y la celebración de la cultura europea entre la población", añadía, junto a la posibilidad de "dar a conocer la cultura de Reino Unido" en caso de volver a ganar.
Pese a esta justificación, que elevaba al certamen musical a la categoría de servicio público, la cámara encabezada por Theresa May no ha dado su visto bueno al debate de la propuesta. La petición fue rechazada, en esencia, porque "la final de Eurovisión se celebra tradicionalmente en sábado" y no en un día laborable, por lo que no se hace necesario establecer un día festivo que permita a los trabajadores ausentarse de sus puestos.
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Este rechazo, que podría provocar las lágrimas de Conchita Wurst o Polina Gagarina, podría no ser el final del proceso para que Eurovisión se eleve a la categoría de día nacional. La respuesta del Parlamento británico indica que la propuesta no se ajusta a los requisitos básicos, que "deben pedir al Gobierno o al Parlamento británicos que lleven a cabo una acción específica". Quizás, si se modifica la iniciativa, el festival pueda llegar a recibir este reconocimiento con independencia de que se establezca como una jornada en la que no se trabaje.