El éxito en la ficción española en Atresmedia y Mediaset: Dos formas de entender un mismo concepto

Éxito,"dícese del resultado feliz de un negocio o actuación". Esta es la definición que la Real Academia de la Lengua Española da de una palabra que sin duda significa mucho, tiene infinidad de matices y se ha convertido en el objetivo de todos, en cualquier ámbito. Alcanzar el éxito, la gloria en definitiva, es lo que cualquiera busca. Todos queremos triunfar en lo nuestro, encontrar ese reconocimiento que compense todo el esfuerzo realizado y brillar frente al resto.

En la pequeña pantalla también es algo que se pretende conseguir. Todos los grupos de comunicación luchan por alcanzarlo aunque es obvio que no para todos significa lo mismo. Hay una clara diferencia entre los diferentes operadores que forman parte del espectro televisivo nacional y es que lo que para los responsables de Mediaset España es alcanzar la gloria, para los de Atresmedia no es suficiente. De esta diferencia surge este análisis, una mirada a dos modelos de producir televisión bien diferentes, una reflexión de los puntos en que convergen y se distancian las dos maneras de producir ficción que tienen ambas cadenas y en definitiva, una reflexión de lo que puede significar el éxito para cada uno.

El éxito según Paolo Vasile

En una rueda de prensa celebrada semanas atrás, Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset en nuestro país, explicaba que para él, los que producen por prestigio "son idiotas", y dejaba claro que "lo que nosotros buscamos es el éxito, no la innovación (...) el prestigio se conquista con el éxito". El italiano confesaba que "no hemos sido revolucionarios", pero dejaba claro que nunca han pretendido serlo, defendiendo que "lo que hacemos es dedicarnos a acompañar a la gente".

El directivo dejaba muy claro que en su modelo de televisión el éxito se traduce en audiencia y buen rendimiento de share, por ello, decía tajante que para ellos, "'La Casa de Papel' sería considerada un fracaso". ¿La razón? Sus datos de audiencia en lineal: "No hay ningún éxito que compense un fracaso en Telecinco, la cadena principal". ¿Es lógica esta afirmación teniendo en cuenta la repercusión que ha tenido este producto? Para muchos, obviamente no.

El éxito según Javier Bardají

Este es un concepto de éxito que sin duda se opone al que se tiene en Atresmedia. El director general del grupo, Javier Bardají, en declaraciones tras la victoria del Emmy de 'La Casa de Papel' este 20 de noviembre, rebatía esta idea lanzando un claro mensaje a su competidor. "Nuestro sector está cambiando. Quien no entienda que hoy ya no se puede alcanzar el éxito con las fórmulas que funcionaban ayer... es que ya forma parte del pasado", una lanza directa a Mediaset España, intentando evidenciar que Atresmedia sí se ha adaptado al nuevo entorno audiovisual y lo ha hecho con éxito tras un duro esfuerzo. Bardají dejaba claro que a día de hoy, para su empresa "el prestigio es más que una medalla, es rentabilidad" ya que sacando sus series más allá de nuestro continente, dotándolas de prestigio y buena imagen se conseguía "extender su vida económica" más allá de lo que se pueda generar en la emisión en lineal.

Se buscan objetivos muy diferentes

Es evidente que el éxito es algo diferente para ambas y así se evidencia en su forma de producir y emitir series. Cada uno tiene objetivos diferentes cuando se enfrentan a un nuevo proyecto de ficción. En el caso de Mediaset España, parece claro que cuando se trabaja en una nueva serie se quiere conseguir la máxima audiencia posible, el máximo éxito en su emisión lineal. No conciben un éxito si no lo ha sido primero en su primera emisión en prime time. De esta forma, aunque se tienen en cuenta las ventas internacionales posteriores, el tipo de contenido producido es siempre acorde al público potencial de Telecinco. Una nueva serie siempre tiene que funcionar en el canal principal.

Por su parte, en Atresmedia sí se tiene en cuenta el rendimiento en lineal pero se va un paso más allá. Por un lado, el grupo busca crear imagen de marca, que el espectador diferencie el sello Atresmedia. Por otro lado, se produce teniendo en cuenta el rendimiento que pueda tener el proyecto en mercados internacionales, alargando así la vida de la serie varios años más, y finalmente también se valora el prestigio, producir series de calidad, que aporten algo al panorama de ficción nacional y que se diferencien del resto. La mayoría de la ficción producida en San Sebastián de los Reyes no es comercial, pero no importa, no es el objetivo primordial.

La creación de la marca Atresmedia

Resulta muy complicado crear un sello como es Series Atresmedia y prueba de ello es que conseguirlo le ha llevado a Sonia Martínez y a todo su equipo un buen puñado de años de trabajo. El esfuerzo en cada producción ha sido evidente y es que en todos se han tenido que cuidar infinidad de detalles: hacer una buena selección del proyecto, cuidar absolutamente todos los detalles (casting, iluminación, localización, producción, sonido...), llevar a cabo un minucioso trabajo de promoción y comunicación y apostar por todo tipo de estrategias para dotar de visibilidad cada lanzamiento.

¿El resultado? La audiencia sí confía en los lanzamientos de Atresmedia (la mayoría de estrenos de sus series funcionan), internacionalmente se reconoce la marca como sinónimo de calidad y la crítica sí diferencia sus productos. Es evidente que se ha logrado crear una imagen de marca y a día de hoy, en un mercado tan abierto y fragmentado es fundamental. Lo es para la promoción pero también para identificarse frente al espectador o como no, para hacerlo frente al mundo, al intentar vender un proyecto.

El salto internacional

En algo que parece que ambos grupos coinciden es la importancia de dar pasos más allá de nuestras fronteras aunque en el caso de Atresmedia es algo en lo que se está trabajando de una forma mucho más intensa. Mientras que algunas ficciones de Telecinco ya han contado con adaptaciones internacionales y muchas otras han sido vendidas para ser emitidas dobladas en infinidad de países, Antena 3 ha logrado hacer lo propio con muchos de sus productos pero además ha conseguido que uno de ellos, 'La Casa de Papel', sea sin duda un fenómeno mundial, el mayor de nuestra historia televisiva.

Es un hito reseñable y que evidencia la fuerza que tiene Atresmedia fuera de nuestras fronteras, la marca sí funciona en el extranjero. Está claro que en su caso especialmente pero también en el de Mediaset, abrirse y apostar por otros mercados es algo en lo que ambos coinciden. ¿Es este el verdadero futuro de la ficción española? Parece que sí, sin duda.

Telecinco y sus fenómenos en España

Es importante que una serie tenga trascendencia internacional pero su éxito local también es importante, especialmente para Telecinco. La cadena ha conseguido que varias de sus series sean auténticos fenómenos en nuestro país en los últimos años, logrando así que sean protagonistas de la conversación social en sus días de emisión. De esta forma, proyectos como la imbatible 'La que se avecina', el éxito 'El Príncipe' o la revelación 'Sin tetas no hay paraíso' han sido grandes fenómenos de audiencia en nuestro país. Se ha hablado de ellas en la calle y han logrado ser sin duda algunos de los mayores éxitos de sus respectivas temporadas de emisión.

Antena 3 ha tenido muchos más problemas para conseguirlo. Posiblemente, que sus series estén dirigidas a unos targets de audiencia más concretos y sean por tanto productos menos comerciales han contribuido a este hecho. Hasta la llegada de 'La Casa de Papel' todo lo que ha generado, no recordábamos grandes éxitos mediáticos como en su día lo fueron 'El internado', 'Vis a vis', 'Velvet' 'Aquí no hay quien viva', 'Los hombres de Paco' o las primeras temporadas de 'Allí abajo'. Proyectos mucho más comerciales que los que se están realizando a día de hoy en nuestro país.

¿Puede haber una segunda oportunidad?

Otra de las grandes diferencias entre ambas ha sido la capacidad de darle una vida posterior a productos cuya vida había finalizado ya (o eso pensábamos). Telecinco no lo ha hecho (por el momento) pero Antena 3 sí, concretamente con 'Vis a vis' y 'Velvet' (además de 'La Casa de Papel'). Ambos proyectos terminaron en su día en Atresmedia pero su vida ha continuado, con dos nuevas temporadas en FOX España en el caso de la primea y con un spin-off en Movistar+ en el caso de la segunda. De esta forma, el grupo ha seguido rentabilizando ambos proyectos pero en este caso dejándolo en manos de otros operados en los que los datos conseguidos sí eran suficientes para mantenerlos en emisión y además aprovechar la imagen de marca creada en Antena 3.

Atresmedia Studios y Mediterráneo

Un paso clave en la estrategia del grupo de San Sebastián de los Reyes ha sido la creación de la compañía Atresmedia Studios que tiene como objetivo crear contenido de ficción exclusivo para otros operadores y comercializar las marcas del catálogo de contenidos originales de Atresmedia. Es otro de los puntos que ha marcado la diferencia ese grupo y Telecinco ya que en todo momento entre los canales de Antena 3 ha habido una clara prioridad en apostar por esa nueva forma de producción y rentabilidad. Es más, ya hay dos proyectos que están a punto de ser lanzados bajo esta marca: 'Pequeñas coincidencias' junto a Amazon Prime Video y 'El Embarcadero' junto a Movistar+.

En cambio, los pasos de Telecinco en ese terreno han sido mucho menores. Por ahora se prepara la producción de 'Patria' para HBO junto a la productora propia Alea Media y paralelamente, con el objetivo de crear una marca potente de cara al mercado internacional se ha creado Mediterráneo que engloba todo lo producido en Telecinco Cinema, Megamedia, Supersport, La Fábrica de la Tele, Bulldog, Mandarina, Alma, Melodía Producciones y Alea Media. Por ahora, esta compañía produce o coproduce contenidos para TVE, Mediaset, Real Madrid TV, Telemadrid, Telefé, BBC, HBO, Netflix y Amazon.

¿Cuánto debe durar una serie española?

La duración de los proyectos es también otra de las grandes discrepancias que existen entre ambas. Vasile dejó claro que para ellos, los 70 minutos actuales son completamente perfectos. "Es uno de los debates más inútiles del mundo. Nace de no conocer el tema. Es un debate tan aburrido (...) hacemos series de 70 porque las necesitamos. Y las vendemos así porque es como las hacemos (...) cuando producimos para otros, podemos hacerlo de la duración que nos pidan".

Es algo que sin duda choca por completo con la estrategia de Atresmedia ya que el grupo ha reducido la duración de todos sus proyectos a 50 minutos. "La prensa lo ha pedido, los creadores también", afirmó Sonia Martínez, quien explicó también que esto "ayudará a la internacionalización porque las ficciones porque serán más exportables" y dejó claro que la decisión se tomó respondiendo a "las demandas del sector y el espectador". De esta forma, el grupo de Antena 3 ha querido unificar todos sus proyectos bajo este estándar, algo a lo que (por ahora) se niega Telecinco.

Series de corto recorrido: Un punto en común

Una de las tendencias que estamos viendo en los últimos años es apostar por ficciones con un recorrido mucho más corto, series con finales definitivos en sus primeras etapas y por tanto con historias mucho más cerradas y concretas. Series de largo recorrido como 'La que se avecina' o 'Allí Abajo' son ya mucho menos habituales. Este cambio viene motivado por el cambio del tipo de consumo en nuestra pequeña pantalla. Evidentemente es mucho más sencillo enganchar al espectador con una historia concretada, cerrada y que no se prolongará un largo periodo de tiempo y además, en cuanto a parrilla, es mucho más fácil encajar un producto que no uno que cuente con un largo recorrido al que siempre habrá que garantizar un prontío hueco en pantalla.

El éxito... y sus dos miradas

En definitiva, estos son algunos de los ejemplos en que Mediaset España y Atresmedia Televisión se diferencian y parecen. Diferentes formas de entender la televisión, de trabajar en ella y de proyectar el futuro, sin duda. ¿La mejor? Está claro que el sector y la audiencia lo dirá, lo que es evidente es que nos encontramos ante dos maneras radicalmente distintas de trabajar, de producir y en definitiva, de entender los nuevos hábitos televisivos y a los espectadores.