Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa ha habido varios movimientos en los cargos públicos, sobre todo en Radio Televisión Española, donde el PSOE intentó, sin éxito, reformar el Consejo de Administración. Finalmente, se eligió como Administradora Única a Rosa María Mateo y, con el baile de cargos, uno de los que abandonaron su silla fue José Antonio Sánchez, presidente de RTVE hasta el pasado 23 de junio.
José Antonio Sánchez
Fue el pasado 4 de septiembre cuando el Gobierno aprobó la solicitud, a pesar de que no ha pasado el plazo mínimo legal para incorporarse al sector privado, que actualmente está en 2 años. Durante este período la ley establece que cualquier actividad que se vaya a realizar en el ámbito privado debe ser comunicado con antelación para asegurar que no hay conflicto de intereses. Sin embargo, desde la creación de la Oficina de Conflictos de Intereses, el Gobierno ha concedido autorizaciones a 236 altos cargos para trabajar en el sector privado.
No hay incompatibilidad
El reglamento de RTVE dictamina que ningún cargo público puede trabajar en una empresa privada que se vea afectada por una decisión que se haya tomado desde el cargo que se desempeñaba. Aunque Cope firmó acuerdos con el ente público, no fue Sánchez, sino el departamento Corporativo y Comercial, quien los firmó, por lo que se considera que no existía responsabilidad directa sobre el que fuera presidente de RTVE.