'Falcon y el Soldado de Invierno' da otro paso de gigante hacia los Jóvenes Vengadores

'Falcon y el Soldado de Invierno' ha puesto sobre la mesa un par de líneas argumentales interesantes en su segundo episodio. A la persecución de los misteriosos globalistas se ha sumado al final el retorno de Zemo, pero no como villano, sino como potencial aliado al estilo de Hannibal Lecter. Aparte de presentar esos dos conflictos, que realmente se pueden comprender como uno, en otra escena hemos tenido la oportunidad de conocer a un personaje muy relevante, que puede marcar tanto el futuro de Falcon como el del Universo de Marvel.

Ese impacto no va acorde con la duración de la secuencia, emplazada hacia la mitad del capítulo y ambientada en Baltimore, que se esfuma relativamente rápido. Empujado por Bucky, Sam acude a ciegas a hacer una visita, y antes de llegar a su destino, tienen una breve conversación con un niño que se refiere a él como "Black Falcon", algo que resulta ridículo para Wilson, ya que el añadido del color no hace más que quitar entidad propia a su alter ego. Parece que si es el Falcon negro, tiene que haber otro blanco del que sea complemento. Quizá esto suene irrelevante, pero gana mucho peso en yuxtaposición al momento posterior.

Tras ese breve encuentro, que el personaje de Anthony Mackie resuelve con su gracia habitual, los amigos de Steve Rogers llaman a una puerta. Al otro lado aparece un adolescente sin interés por atenderles, hasta que Bucky da con la tecla adecuada para que el abuelo del chaval salga al frente. Este anciano no es otro que Isaiah Bradley, conocido precisamente como el Capitán América negro, un héroe poco conocido dentro del imaginario de Marvel, y cuyo drama va ligado precisamente a ese desconocimiento generalizado. En los años cuarenta le fue inoculado el suero del supersoldado y utilizó sus poderes para aplacar las amenazas que emergían en Europa, entre ellas el propio Bucky en su paso por HYDRA, pero debido al color de su piel no ha trascendido de la misma manera que Rogers. De hecho, llegó a ser aprisionado en lugar de ser celebrado por sus hazañas.

¿Qué significa esto para el UCM?

La aparición de Isaiah es un movimiento de Bucky para que Sam se dé cuenta del error que ha cometido al renunciar al escudo, no por la fama que va ligada a él, sino por el peso social que podría levantar sobre la ahogada población afroamericana. Hasta aquí bien, pero vamos a rebobinar para conocer mejor a Eli, el arisco joven al otro lado de la puerta. Hace unos meses ya se había rumoreado que veríamos a Elijah Richardson dando vida a Eli Bradley y así ha sido. Su irrupción no ha sido espectacular y ni siquiera sabemos si tendrá incidencia más adelante pero, de ser así -que es lo que creemos y esperamos-, jugará un papel importante en la formación de los Jóvenes Vengadores.

Como ya analizamos cuando aparecieron Wiccan y Veloz en 'Bruja Escarlata y Visión', la Fase 4 del Universo Cinematográfico de Marvel prestará especial atención a la nueva generación de superhéroes. Entre ellos, si nos fijamos en la serie de cómics "Jóvenes Vengadores", de Allan Heinberg y Jimmy Cheung, Eli ocupa un espacio fundamental tanto por enfundarse el traje de Patriota como por su relación con Kate Bishop, a quien dará vida Hailee Steinfeld en 'Hawkeye'.

En las viñetas, Eli aseguraba haber obtenido sus poderes al recibir una transfusión de su abuelo, aunque realmente se estaba inyectando unas hormonas mutantes para potenciar sus atributos. Finalmente, conseguía de manera legítima las habilidades de un supersoldado. ¿Veremos esta historia de origen en 'Falcon y el Soldado de Invierno'? Con la identidad del futuro poseedor del escudo en el aire, ya que John Walker parece más un escollo que una solución, Eli se presenta como un candidato adecuado y, sobre todo, coherente para ser el referente de una nueva generación sin dejar de blandir los valores que engrandecieron a Rogers y que deberían haber encumbrado a su abuelo.