La familia de la niña atropellada por Micky Molina el pasado viernes 2 de agosto en Ibiza ha emitido un comunicado para aclarar lo sucedido y apoyar al actor. Según el texto, al que ha tenido acceso El Mundo, Molina se mostró "amable, colaborador, solícito y cariñoso" en todo momento y, en cuanto se percató de lo sucedido, fue el primero en pedir por favor que se llamase al 112, versión que desmentiría la de algunos testigos.
Micky Molina, en una imagen de archivo
Según la primera versión que se dio a conocer en el Diario de Ibiza, basándose en testigos presenciales, Micky Molina "se puso en marcha a toda velocidad" para salir del parking del restaurante de Cas Pagès, en Sant Carles, cuando la niña salía de su vehículo y se situaba justo entre este y el del actor, por lo que se quedó "aprisionada entre los dos". La menor fue trasladada al hospital Can Misses, donde se le trató de varias contusiones en las rodillas y las piernas, pero de ninguna rotura.
Piden rigor a los medios
En palabras de la familia de la víctima, "la niña se levantó del suelo diciendo que estaba bien e insistiendo en que no le había pasado cosa alguna, intentando además tranquilizar al señor Molina, quien se encontraba muy nervioso tras lo ocurrido". Además, aclaran que el intérprete se ha puesto en contacto con ellos "cada día para interesarse por el estado de la niña, pidiendo constantemente disculpas y lamentando lo sucedido".
Por todo ello, ruegan a los medios de comunicación "rigor y prudencia" a la hora de informar sobre lo sucedido y que lo hagan "sin estridencias y ateniéndose a los hechos", ya que, como ellos afirman, aunque ha sido un mal trance para su hija, "los hechos no pasaron de ser un incidente desagradable, pero sin mayor importancia ni consecuencias", y no desean que estos "pudieran repercutir en el prestigio personal o profesional" del actor.
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