El pasado jueves 30 de mayo, durante la gala de 'Supervivientes', se produjo un momento tan divertido como incómodo entre Rubén Torres y Maite Galdeano. El concursante recibió la inesperada visita de la suegra de Kiko Jiménez después de que, durante las últimas semanas, bromeasen con la posibilidad de una cita entre el bombero y la madre de Sofía Suescun. La organización decidió enviar a Galdeano a Honduras para conocer al fin a su pretendiente, algo que no sentó del todo bien a su familia, que todavía no ha ido a visitarle.
De este modo, el superviviente se vio sorprendido cuando el programa le anunciaba que, como había sido el concursante que más veces había sido líder, recibiría como privilegio un masaje. Aunque, en teoría, la encargada de dárselo sería una tal Rosario, lo que Rubén no sabía era que la masajista en realidad era Maite Galdeano. Tras darle el masaje, se quedó a pasar la noche junto a él y al resto de los concursantes en Playa Corintio.
'¡De viernes!'
Sin embargo, ha sido esta la única visita que Rubén Torres ha recibido durante su participación en 'Supervivientes'. En un primer momento, su hermano Daniel, que acudía esta semana a '¡De viernes!', comenzó riendo con la divertida escena, señalando incluso que podría surgir algo más: "Yo creo que hay un antes y un después de la visita. Antes de la visita era un poco de show". No obstante, justo después aprovechó también para mostrar el descontento de la familia con el trato de la organización a su hermano.
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Descontento familiar
"A mí me gustaría decir que Torres es el único que no ha recibido ninguna visita, no ha recibido ninguna llamada, es el único que no ha visto ninguna foto ni vídeo en una tablet de todos los que están ahí", comenzaba diciendo Daniel a los presentadores, mientras los colaboradores le daban la razón. "Vale que como plan puede estar bien, pero si le preguntas a mi madre, créeme que no le hace nada de gracia", sentenciaba su hermano, manifestando públicamente su decepción al no haber sido invitados.