La polémica despertada por "Las campanas", el quinto episodio de la octava temporada de 'Juego de Tronos', tiene nombres y apellidos: David Benioff y D.B. Weiss. Los showrunners y creadores de la serie de HBO han afrontado uno de los mayores desafíos de la historia de la televisión al tratar de dar cierre a uno de los fenómenos más inmensos que han pasado por la pequeña pantalla. A pesar de ese evidente esfuerzo por brindar a las decenas de millones de fans de la serie un final espectacular, el acelerado ritmo y ciertas decisiones han despertado las quejas de una parte del público, que ha visto sus expectativas estampadas contra el suelo.
Emilia Clarke en 'Juego de Tronos'
Si en su momento Benioff y Weiss pasaron por la experiencia de desechar casi todo el piloto que grabaron para que HBO les diera luz verde, ahora los espectadores les piden algo parecido con la octava temporada... solo que prefieren que los dos creativos se queden al margen. Como señala Digital Spy, un fan de la serie ha arrancado una petición en Change.org para que HBO rehaga la última tanda de episodios "con guionistas competentes".
"David Benioff y D.B. Weiss han demostrado lamentablemente ser guionistas incompetentes cuando no han tenido material de origen (por ejemplo, los libros) en el que apoyarse," apuntala el promotor de la petición, que exige a la cadena de pago "un final que tenga sentido". En el momento en el que se escribe este artículo, más de 15.000 personas se han unido a esta imposible causa, que evidencia que el rumbo tomado por 'Juego de Tronos' ha levantado muchas ampollas.
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El último adiós
Mientras la serie bate récords de audiencia con cada episodio de esta última temporada, es cierto que el masivo público que la rodea está cada vez más dividido. La última oportunidad para recuperar para la causa a los numerosos insatisfechos tendrá lugar en la madrugada del 19 al 20 de mayo, cuando una de las ficciones televisivas más influyentes de nuestro tiempo emitirá su último episodio. En ese momento, la petición puede convertirse en el refugio de muchos más renegados o quedar como una mera anécdota.