HASTA SIEMPRE

Así es el final de 'Las chicas del cable': Grandes muertes por la libertad y un esperado regreso

La primera serie original de Netflix España se despide con sus protagonistas convertidas en auténticas heroínas.

Por Redacción El 3 de Julio 2020 | 13:09

Han pasado tres años desde que Netflix estrenó su primera serie original en España. 'Las chicas del cable' llegaba de la mano de Bambú Producciones para iniciar un nuevo capítulo de nuestra televisión, un capítulo de consumos a la carta y producciones internacionales. Elegía para ello una historia de telefonistas que, en realidad, escondía una historia de lucha por los derechos de las mujeres y las libertad de la sociedad en tiempos en que no era tan fácil. Tras 42 episodios, Lidia, Carlota, Marga y Óscar se despiden para siempre convertidos en auténticos héroes.

La segunda mitad de la quinta temporada comenzaba con el personaje de Blanca Suárez en un campo de reeducación dirigido por doña Carmen, que renacía de sus cenizas cual ave fénix. Tras lograr fugarse, la villana encarnada por Concha Velasco se encarga de encarcelar a Carlota, Marga y Óscar, provocando que Lidia inicie una lucha en el exterior para liberar a sus amigos con ayuda de Francisco (Yon González) y Sofía (Denisse Peña), que se infiltra en la prisión como enfermera. Por el camino se encuentra con una inesperada aliada, Elisa (Ángela Cremonte), decidida a vengar todo el dolor provocado por su madre.

Lidia comienza la temporada internada en un campo de reeducación franquista

Lidia y Francisco no tardan en averiguar que Elisa está planeando un exilio masivo de disidentes del régimen franquista con ayuda de la actriz Camila Salvador (Valentina Zenere). La protagonista se propone entonces liberar la prisión, incluyendo a sus amigos, para huir con ellos a Chile. Cuando doña Carmen descubre sus planes, se inicia un forcejeo en el que descubre que el General Romero (Antonio Valero) fue el encargado de asesinar a su hijo Carlos (Martiño Rivas) y fingir su suicidio. Llena de rabia, Carmen se enfrenta pistola en mano al militar pero este le arrebata el arma. Justo cuando dispara, Elisa se interpone y, en un último acto de amor, le salva la vida a su madre y recibe el disparo, muriendo en el acto.

El General Romero había sido un aliado de doña Carmen y, juntos, planeaban vender los bebés de las presas para recuperar la compañía telefónica. Sin embargo, con la muerte de sus dos hijos y la traición de su socio, la villana ve la luz y decide ayudar a Lidia en sus planes para liberar el campo de reeducación. A cambio, Lidia secuestra a Romero con ayuda de Francisco, Pablo (Nico Romero) e Isidro (Miguel Diosdado), que encuentra así la forma de redimir el chivatazo que da al comienzo de la temporada por el cual Julio, hermano de Pablo, es asesinado por el régimen. Doña Carmen venga la muerte de sus hijos enterrando vivo a Romero.

La muerte de doña Carmen

Entretanto, Marga (Nadia de Santiago) se pone de parto en la prisión y tiene a su hijo con ayuda de sus compañeras y de su marido Pablo, al otro lado del teléfono. Juntos deciden que deben llamar al niño Julio. Doña Carmen, por su parte, cumple con su palabra y manipula unos documentos del ministerio que ordenan el traslado de las presas, momento en el que Lidia aprovecha para organizar su fuga. Se suma a su misión Felipe (Raúl Mérida), el soldado que, tras un breve periplo en el seminario, le declara su amor eterno a Sofía.

Doña Carmen se suicida tras compensar el dolor causado a los protagonistas

Con el inicio de la fuga, Lidia se reencuentra con Carlota (Ana Fernández), Óscar (Ana Polvorosa) y Marga, quien a su vez se reencuentra con su amado Pablo, que acaba de ser padre. La protagonista perdona a doña Carmen y le ofrece irse con ellos pero ella, cansada de luchar, se despide y muere definitivamente al pegarse un tiro en la sien. Sin tiempo que perder, todas las presas se suben al camión y, aunque el inspector Pinillo y una funcionaria tratan de detenerlos, consiguen salir airosos y llegar a la estación en la que deberán tomar un tren rumbo a Burdeos (Francia), desde donde sale el barco a Chile.

Tras un pequeño contratiempo con la policía, el tren parte rumbo a Francia. Los planes parecen salir bien y los protagonistas se emocionan pensando en su futuro. Lidia recuperando el tiempo perdido con Francisco y su hija Eva; Marga iniciando su maternidad con Pablo y el pequeño Julio; Sofía abriendo su nueva vida con Felipe; Carlota adoptando a Martín, hijo de una presa que ha fallecido en la huida, junto a Óscar, que puede volver a ser él mismo para siempre. Sin embargo, la Guardia Civil trunca sus deseos al interceptar el tren con el fin de devolverlas a prisión.

El último plan de las chicas del cable

Lidia, Carlota, Marga y Óscar inventan su última astucia para enfrentarse a los guardias mientras sus compañeros intentar poner en marcha el tren de nuevo. Ofrecen un cuaderno con información importante contra el régimen franquista con la amenaza de publicarlo y, para cuando los guardias se dan cuenta de que en realidad se trata del diario que Lidia ha estado escribiendo con sus vivencias, ya han inhalado el somnífero impregnado en las páginas del libro. Abatidos, el tren se pone de nuevo en marcha.

Las chicas del cable se enfrentan a sus captores por última vez

En un guiño al comienzo de la serie, cuando una Lidia adolescente se subió en marcha al tren junto a Francisco, las chicas del cable salen corriendo para tratar de alcanzar el ferrocarril. Sin embargo, esta vez no hay suerte y solo pueden utilizar sus últimas fuerzas para pedir a gritos a Francisco y Pablo que cuiden de los más pequeños. Refuerzos de la Guardia Civil llegan y Lidia, Carlota, Marga y Óscar se refugian en una cabaña de la estación.

Los guardias comienzan a disparar a las frágiles paredes del habitáculo para dar muerte a los fugitivos. Ellos, dentro, recuerdan en un emocionante flashback todo el camino que han recorrido juntos, conscientes de que se acerca su final. "Sois mi familia", dice Carlota. "Me siento muy orgullosa de ser vuestra amiga", añade Lidia entre lágrimas. No quieren que su historia de lucha acabe así y, por última vez, se arman de valor, se ponen en pie, abren la puerta y se yerguen frente a sus captores, orgullosos de todas las libertades que lograron cuando los tiempos eran grises. Las chicas del cable se preparan para morir.

Corte a negro. "Las chicas del cable dieron sus vidas para conseguir un mundo mejor", reza un título final. "Ellas son solo un ejemplo de los sacrificios que millones de mujeres han tenido que hacer a lo largo de la historia. Mujeres valientes, generosas, orgullosas. Mujeres que lucharon y aún luchan por la igualdad de derechos y por la libertad del ser humano. Este es nuestro homenaje", se lee a continuación. Ramón Campos y Gema R. Neira no querían acabar así la serie que ha significado tanto para Bambú Producciones y, como broche final, se ve a las presas que han conseguido huir gracias al sacrificio de las chicas del cable.

Una última escena, a modo de cierre, devuelve a Lidia, Marta y Carlota a la compañía telefónica. Ataviadas con su inolvidable uniforme azul, les acompaña también Ángeles, el personaje de Maggie Civantos, que regresa por unos segundos para despedirse de la ficción. Óscar, en traje de caballero, ha conseguido ser él mismo. Supervisa el trabajo mientras sus amigas vuelven a pasar llamadas, tal y como comenzó todo. Lidia mira a cámara y se dirige al público que ha seguido sus pasos durante estos años: "Aquí comenzó nuestra historia y aquí termina porque siempre fuimos y seremos las chicas del cable". Fin.