El día que FormulaTV se puso el delantal y se adentró en la pastelería para ser concursante de 'Bake Off'

Hace unas semanas, un grupo de periodistas nos convertimos en concursantes por un día de 'Bake Off', el nuevo espacio sobre pastelería que prepara Mediaset España. Cuando recibimos la propuesta, la aceptamos con mucha ilusión, pese a no tener ni idea de repostería. Sin embargo, sabíamos que nos esperaría una experiencia inolvidable.

Y llegó el día en el que nos desplazamos hasta Torremocha de Jarama, que pertenece a Madrid, pero está ya casi en Guadalajara. El paisaje es una maravilla y el caserón donde se graba, una pasada. Tiene una explanada impresionante, en la cual han montado una carpa que sirve de plató para el programa, dentro de la cual cocinarán los concursantes y cocinaríamos nosotros esa jornada. Dentro hacía frío, pero era algo necesario para poder estar tratando con los ingredientes de la pastelería.

Calentando motores

Al entrar a la carpa vimos que el plató es precioso, todo está muy ordenado y contiene todas las necesidades para cocinar aun estando en medio del campo, ya que antes de que montaran todo lo del programa, esa zona no estaba habilitado. Poco después llegaron los jueces, y, aunque sabíamos que no nos jugábamos nada, los nervios aumentaban. Además, Betina Montagne, Miquel Guarro, Dani Álvarez, los tres miembros del jurado, alimentaban este miedo con sus palabras.

Son simpatiquísimos y transmitían muy buen rollo, aunque querían imponerse y mostrarnos lo exigente que es el programa, por lo que, en ocasiones, nos hablaban como a concursantes oficiales. Cada uno, con un perfil diferente y con una especialidad distinta en el mundo de la pastelería, forman un buen trío donde destaca la viva personalidad de Betina. Además, ellos tres estarán acompañados en cada entrega de Jesús Vázquez.

Las manos en la masa

Llegó el momento de ponerse los delantales y acudir a las cocinas que era a lo que habíamos ido. Ahí encontraríamos la receta sorpresa: Tartaleta Bake Off. Tendríamos que seguir todos los pasos, divididos en tres elaboraciones: el sablé de cacao, ganache de chocolate madirofolo y compota de fresas y vinagre. Para cada una de estas tres partes, disponíamos de gran número de ingredientes y pasos de la elaboración. Parece que si te dan la receta es todo más fácil, pero cuando no has hecho nunca nada de repostería y no sabes distinguir la glucosa de la pectina, la cosa se complica.

Menos mal que los jueces estaban para ayudarnos en todo lo que necesitáramos. A los concursantes que veremos en la primera edición no les ayudarán, pero con nosotros fueron más buenos y atendieron a cualquier duda que nos fuera surgiendo a la hora del cocinado. Los dos chicos te iban dando consejos, mientras que la chica sí que llegaba incluso a mancharse las manos para cocinar contigo.

Algo sorprendente es que el tiempo vuela. Para hacer la tartaleta tuvimos una hora. Parecerá más que suficiente, pero cuando pensábamos que llevaríamos unos diez minutitos, ya nos avisaron que habíamos agotado la mitad del tiempo. Además teníamos que dejar el plato bien decorado y con los adornos que viésemos oportunos. Fue emocionante la cuenta atrás del último minuto con todos corriendo para dejarlo lo mejor posible. Y es que, aunque no nos jugáramos nada, sí que se percibía cierta competitividad (sana, eso sí). Y llegaron los últimos diez segundos, que acabaron con un "tres, dos, uno, un paso atrás".

Y llegaron las valoraciones

¡Qué nervios! Por orden de posiciones teníamos que ir presentando a los jueces nuestras elaboraciones, sabiendo que nos iban a juzgar como a concursantes de verdad. Ves a tus compañeros siendo valorados y vas comparando para comprobar si lo que les dicen a ellos lo has hecho tú también. Y cuando dicen tu nombre tienes que disimular los nervios, coger tu plato, evitar que te tiemble el pulso y mostrarlo a los jurado.

"¿Cómo se llama?" es la primera pregunta y la más fácil que te harán. Después empiezan a hacerte cuestiones y el problema es que no tienes respuestas con sentido. "¿Por qué has puesto una flor?". Pues porque hace bonito. Error. Miquel deshizo la flor mostrando como podría decorar mejor la tartaleta con únicamente los pétalos. ¡Cómo imponían los jueces, mirándote y manteniendo silencios! Eso sí, aunque destacaban lo que habías hecho mal, también te decían lo bueno.

Una vez acabamos todos y el ambiente ya estaba más relajado, pudimos hablar un poco del formato y de esta prueba en concreto con los jueces. Los tres comentaron que estaban muy sorprendidos de cómo habían quedado nuestras elaboraciones y que, aunque algunos platos los hubiesen valorado más negativamente, en realidad todos estaban igualados y que era por hacer comedia. ¿Quién habrá ganado? Hasta la rueda de prensa no nos dirán quién se lleva el premio, pero lo que todos hemos ganado todos es haber aprendido cómo son la glucosa y la pectina.