En sus últimos días en 'GH Dúo', Fortu ha pasado su peor semana en el programa. Los enfrentamientos con sus otros compañeros se han sucedido sin apenas descanso y las batallas dialécticas en directo han sido muy difíciles de ganar para el cantante. El concursante se ha convertido en el quinto expulsado del programa, pero antes de marcharse ha culpado al programa de la mala imagen mediática que está proyectando.
El rockero ha maldecido haber entrado en el programa, pues parece que tras los últimos acontecimientos se arrepiente de su decisión: "Estoy dando una imagen que maldita la hora en la que vine a este concurso". Fortu está convencido de que el responsable de este deterioro público no es otro que el propio programa: "En todos los vídeos que han puesto, esa no es mi imagen. Han puesto todos los vídeos malos y yo no soy así, ¿por qué me hacen esto?".
Fortu llora desconsolado y responsabiliza al programa
El cantante, entre lágrimas, reflexionó junto a Yoli acerca de sus actitudes dentro de la casa. El exconcursante afirma que sus reacciones son consecuencia de los ataques de sus compañeros: "Qué crueles son, de verdad. No me merezco esto. Me han tratado mal". El novio de Yoli se vino abajo en el dormitorio, aunque más tarde, en el confesionario, admitió no estar a la altura del concurso.
Fortu le pide matrimonio a Yoli
Lo cierto es que, entre tanta hostilidad, los sentimientos están a flor de piel y por eso concursantes como Fortu y Yoli se aferran a protegerse entre sí. A pesar de la rivalidad que se respira en la casa, la pareja ha tenido tiempo también para mostrar su amor. Tanto que, minutos antes de la expulsión, Fortu se ha decidido a pedirle matrimonio a su chica.
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El cantante, y a propuesta de Jorge Javier Vázquez (que animó a los concursante a declarar su amor), se levantó de su asiento y se sinceró delante de toda la casa: "Hace ocho años que nos conocemos, llevamos cuatro viviendo juntos y yo creo que va siendo hora de que haya una unión como Dios manda. Te quiero pedir matrimonio". Y Yoli, por su parte, contestó que sí. ¡Qué viva el amor!