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La tauromaquia es una de las tradiciones más antiguas y más arraigadas al folclore popular de nuestro país. Es una práctica que ha atraído la curiosidad de millones de personas en el extranjero y que, en su día, llegó a fascinar hasta al propio Orson Welles ("Ciudadano Kane"), que de hecho está enterrado en la finca de un famoso torero de nuestro país. Hasta tal punto llegaba su pasión. Sin embargo, y pese a la fama que se les pueda atribuir, los toros son "el único espectáculo del mundo donde un animal muere en directo", tal y como ha sentenciado Frank Cuesta, que en la próxima entrega de 'Wild Frank', que se estrena el próximo domingo 14 en DMAX, explorará de primera mano todo lo que esconde el universo del toro.
Frank Cuesta en la presentación de 'Wild Frank'
De esas conversaciones ha sacado algo en particular: "Me ha valido para reforzar mi idea de estar en contra de los espectáculos de animales", confesaba el presentador, pero a la vez admite que ha "aprendido muchas cosas" que le han "abierto los ojos", sobre todo "para bien". También ha logrado otras conclusiones. La primera que "para criticar algo hay que conocerlo primero". La segunda, ligada a la anterior, que en más de una ocasión ha opinado sobre esta profesión sin saber. "Hace unos años hice un vídeo en el que dije que al toro se le trataba fatal antes de salir a la plaza, cuando eso no es verdad", confesaba. Además, admite llevarse amigos del mundo del toro.
¿Habrá fin para las corridas de toros?
Frank Cuesta en una corrida de toros
Ahora, una vez explorado el universo de la tauromaquia, visto una corrida de toros y vivido con un mayoral lo que es criar un toro para darle la muerte, Frank Cuesta ve las cosas de otra manera. Ha dado respuesta a muchas preguntas, pero aún así no encuentra solución a una: "No entiendo que la gente pueda disfrutar de ver morir a un animal en directo. Yo entiendo que se mate a un animal para comer, pero no para dar espectáculo", explica. No obstante, sentencia: "Sufre más una vaca de camino a un matadero que un toro antes de entrar en la plaza".
Para el experto, los humanos estamos la cumbre de la pirámide y, nos guste o no, "tenemos la responsabilidad de cuidar de los animales". Él ve esperanza en esta tarea, cree que poco a poco vamos tomando conciencia de esta realidad y cree que, de una forma ordenada, con mucho talante y con leyes, "llegará un momento en el que oficialmente no habrá corridas de toros".