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Perseguida, cuestionada, interrogada, enamorada, perdonada, atacada... Anabel Pantoja ha vivido toda una vida de emociones encapsuladas en tan solo unos meses. Si el paso por 'Supervivientes' es todavía algo que está en proceso de superar, la vuelta a su vida anterior no se lo está poniendo nada fácil. Tanto es así, que su futuro profesional está totalmente en el aire y es uno de los temas por los que le han preguntado.
Frente a una presión mediática como nunca antes ha vivido, Pantoja explica que no quiere "pasarlo mal ni sufrir", y expresa su agobio con el toque humorístico que la caracteriza en su entrevista para la revista Lecturas: "Ahora mismo tengo tres coches detrás de mí como si yo fuese una Kardashian". La colaboradora de 'Sálvame' ha aclarado que no se encuentra con suficiente salud mental para volver por ahora. "Son cuatro horas y psicológicamente ahora mismo no estoy preparada para estar ahí", ha desvelado. "No tendría la fuerza psicológica necesaria y no me apetece en este momento".Anabel Pantoja disfruta de sus vacaciones en Egipto
Ante la posibilidad de plantearse no volver al programa de La Fábrica de la Tele, la exconcursante de 'Supervivientes' no lo deja claro: "Diría ahora mismo que no, pero sé que es un trabajo y tengo que pensar bien las cosas". A su vuelta, si es que se da, hay muchos temas que la esperan: la entrada de Omar Sánchez en 'Pesadilla en El Paraíso', la relación con sus suegros, profundizar su paso por Honduras y, por supuesto, los supuestos intereses económicos de su pareja en su relación.
La pareja superviviente huye a las pirámides
La sevillana, perseguida por los medios, ha decidido escapar fuera de España con su novio, Yulen Pereira. El destino escogido para este viaje es Egipto. Su pareja y ella tendrán la oportunidad de disfrutar de su compañía en la intimidad, con una menor posibilidad de encontrar cámaras rodeándoles por primera vez desde que se conocen. Sin embargo, esta huida hacia delante podría no ser más que una forma de posponer la vuelta a la realidad, una realidad a la que la pareja tendrá que enfrentarse tarde o temprano.