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La quinta entrega de 'La isla de las tentaciones 4', emitida en Telecinco el miércoles 8 de diciembre, sorprendía a la audiencia cuando Nico Aubert rechazaba acudir al encuentro de su pareja, Gal·la Mora. Su decisión enfadó a la castellonense, quien prometía incluso "voy a hacer que Nico tenga miedo de perderme". Un compromiso que no tardó mucho en llevar a cabo: a su regreso a Villa Paraíso, Mora comenzó un acercamiento con Miguel, uno de los solteros, con el que no solo compartió varios besos, sino que también tuvo ciertos "tocamientos" bajo las sábanas.
Gal·la y Miguel se besan por primera vez en 'La isla de las tentaciones'
"No voy a actuar por venganza, voy a hacer las cosas que sienta, pero también te digo que no me voy a cohibir", aseguraba la castellonense. No obstante, en medio de sus sensuales bailes, la castellonense recibió varios besos en el cuello por parte del soltero, antes de instarle a mantener una "distancia de seguridad". Lejos de romper con esa proximidad, Miguel terminaba cogiéndola en brazos para lanzarse a la piscina con ella, con la ropa puesta, tras lo cual la "arrinconaba" en un borde de la piscina para darle varios besos en el cuello. "En la boca no. No puedo más, es que no puedo más", insistía Mora. A pesar de todo, el tentador continuó con su juego y llegó incluso a lamerle los labios, ante unas protestas poco convencidas por parte de la castellonense. "Mando yo. Y he dicho que, en la boca, no", recalcó la novia de Aubert, con una sonrisa.
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— La Isla de las Tentaciones (@islatentaciones) December 8, 2021
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"No solo fueron besos"
Gal·la y Miguel comparten algo más que besos bajo las sábanas en 'La isla de las tentaciones'
A la hora de recordar dicho momento, Mora admitió que "empezamos a calentarnos muchísimo y no estoy segura de que vaya aguantar hasta el final, pero lo voy a intentar porque no quiero ser una chica fácil". Sin embargo, la castellonense no tardó en caer en la tentación: ambos se sentaron en un sofá, muy juntos, donde Miguel continuó "tentándola" sin que ella lo rechazara, lo que propició que, tras varios besos más en el cuello y ciertas tentativas en los labios que Mora esquivó, finalmente terminaron besándose antes de irse juntos a la cama. Una vez allí, además, aunque no llevaron a cabo el primer "edredoning" de la edición, la castellonense admitió a la mañana siguiente "no estoy siendo sincera, no solo fueron besos. Hubo más. Yo me he restregado como si me fuera la vida en ello, la verdad. Es que me pone tanto y creo que lo tiene que hacer tan bien...".