¿Eres Luke o Elliott? Los hermanos Tittensor están acostumbrados a que les hagan esa pregunta. Gemelos idénticos y actores, estos jóvenes nacidos en Manchester en 1989 saltaron a la fama al compartir el rol de Carl Gallagher en la versión original de 'Shameless', y veinte años después se han propuesto rompernos el corazón en la segunda temporada de 'La Casa del Dragón'.
El segundo episodio de esta entrega, que ya está disponible en Max, se ha dejado para el final otro suceso a la altura de Sangre y Queso. Si hace una semana éramos testigos de la muerte del inocente Jaehaerys, en esta ocasión hemos sufrido la lucha fratricida entre Erryk y Arryk Cargyll, los hermanos que se separaron en la temporada anterior para defender a Aegon y Rhaenyra, respectivamente. Sin embargo, sus caminos no han permanecido alejados durante mucho tiempo, ya que, en el giro más trágico posible, ambos han tenido que luchar para defender sus ideales, aunque eso significara acabar con la persona a la que más querían.
Arryk y Erryk en 'La Casa del Dragón'
"Sabíamos que llegaría un momento en el que dejaríamos la serie", comenta Elliott, que nos atiende junto a otros medios internacionales en una llamada de Zoom. Tanto él como su hermano eran conscientes de que Arryk y Erryk morirían más pronto que tarde, pero eso no les ha impedido disfrutar de una experiencia única. "Éramos muy fans de 'Juego de Tronos', así que cuando descubrimos que buscaban a gemelos nos lanzamos a por la oportunidad, porque participar con tu hermano en ese mundo es algo increíble", añade el actor que ha dado vida a Erryk.
"Teníamos muchas granas de representar esa historia de dos gemelos, que obviamente terminan de una manera trágica y fatal. Ha sido emocionante y bonito plasmarlo en la pantalla, sobre todo en una serie como 'La Casa del Dragón'", asegura Luke, cuyo personaje, Arryk, es enviado a Rocadragón a acabar con Rhaenyra, aunque allí se encuentra con su hermano, desatando así una pelea devastadora entre los dos.
Un alma en dos cuerpos
La fractura entre Erryk y Arry se produjo en la recta final de la primera temporada, cuando Viserys murió y cada uno se decantó por un bando. "Ambos son hombres que cumplen con su deber. Cuando te unes a la Guardia Real, entregas muchos de tus derechos, es como una orden militar cristiana, así que te queda poco más que tu honor. Por tanto, sus estilos de vida son similares, pero la principal diferencia es que Erryk conocía un lado de Aegon que Arryk ignoraba, así que tomó la decisión desde una perspectiva más emocional", reflexiona Luke.
"Realmente decidió por los dos gemelos. Al darse cuenta de que Arryk no compartía su visión de quién debía gobernar, decidió marcharse y desde ese momento a Arryk no le quedaba demasiada opción en la situación, sobre todo en lo que respectaba a la relación entre los dos. De ahí viene un poco del dolor, pero aun así sigue siendo su hermano y le quiere", amplía Tittensor.
El enfrentamiento entre Arryk y Erryk en 'La Casa del Dragón'
Así pues, su destino estaba sentenciado en plena Danza de los Dragones, y ninguno de los dos lo ha evitado. Impulsados por ese sentido del deber, los Cargyll han luchado con todas sus fuerzas en un duelo que, tras la muerte de Arryk a manos de Erryk, ha terminado con el suicidio del superviviente... pero, ¿qué habría pasado si el "vencedor" hubiera sido Arryk?
"Creo que habría hecho lo mismo, porque la cicatriz emocional que te deja arrancarte una parte de ti mismo te empuja a entender que os tenéis que ir juntos en cierta medida. Al fin y al cabo, están entrelazados, así que si uno se va, el otro acabará destruyéndose. Por tanto, estaban tan unidos que al quitarle la vida a su gemelo, creo que la cabeza de Arryk se habría nublado y ni se habría acordado de que debía matar a Rhaenyra. No creo que lo hubiera hecho, sino que habría terminado igual que Erryk y habría estado tan roto que no habría sido capaz de cumplir con su deber", teoriza Luke.
La preparación de la batalla
Más allá del componente emocional de tener que matar (aunque sea de manera ficticia) a tu hermano gemelo, los Tittensor también tuvieron que someterse a un intenso entrenamiento físico para representar correctamente el exigente momento. "Tuvimos unas dieciséis sesiones de entre hora y media y dos horas, así que fueron unas treinta horas en total que pasamos entrenando para aprender lo necesario sobre la lucha con espadas. Queríamos asegurarnos de que cuando llegáramos al set conociéramos perfectamente la coreografía, para así poder centrarnos en la emoción", apunta Luke.
"El equipo de especialistas ya tenía claro cómo había que hacerlo, habían pensado en el ritmo y algunos movimientos para que quedara dinámico. Después, nos llevó unos tres días grabar toda la secuencia. En dos días rodamos la mayor parte de la escena y el último día hicimos la parte más emocional. Estuvo bien poder hacerlo de manera cronológica, para atravesar en orden cada una de las fases", añade Luke.
Y, por si hubiera alguna duda, pasar tantas horas ensayando su asesinato mutuo para después trasladarlo a la pequeña pantalla no ha mermado la relación entre los hermanos. "No ha cambiado nada a nivel personal, seguimos viviendo juntos", afirma Elliott entre risas, aunque reconoce que hubo algún que otro golpe durante la preparación. "Las espadas eran de plástico, pero si te pegan con ellas te duele, y hubo un par de incidentes durante el entrenamiento. Nada grave, pero me pegó en el codo", rememora, despertando la respuesta de Luke: "Seguro que le ha quedado una gran cicatriz. Él también me dio un par de veces para vengarse. Pero tantas horas de entreno en las que nos pegamos constantemente sirvieron para que no pasara en el set".
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Tanto es así que, como buenos fans, seguirán viendo la serie con mucha atención. De hecho, ambos tienen claro a qué bando apoyarán en la guerra. "Me pregunto cuánto de mi decisión tiene que ver con el tiempo que he invertido en mi personaje, pero tengo que quedarme con los Negros, que era en lo que creía Erryk", confiesa Elliott. Por su parte, Luke también se alinea con su alter ego de la ficción: "Me quedo con los Verdes, también porque Tom Glynn-Carney [Aegon] es de Manchester, así que el verdadero rey debe ser de aquí".