'La isla de las tentaciones 7' ha comenzado a encarar su recta final con una novena entrega que concluyó con el inesperado asalto de Marieta Díaz a la villa de los chicos. Aunque el momento ya había sido anunciado por el programa a bombo y platillo, se desconocían las razones de la valenciana para correr en busca de su novio, Álex Girona, que justo en el momento de su llegada se encontraba acostándose con Gabriela en su dormitorio.
Todo comenzó con un Sergio que, después de que Marieta señalara que lo veía como un posible novio, reconocía ante todos sus compañeros y la propia valenciana que, "ahora mismo", no se veía con ella fuera del programa. "Marieta me gusta. La estoy conociendo. Pero no estoy preparado ahora mismo para darle lo que ella necesita fuera. Igual en una semana cambio", explicaba el soltero ante las cámaras del programa.
Borja detiene a Marieta antes de que encuentre a su novio en 'La isla de las tentaciones 7'
Tras ese ligero frenazo por parte del soltero, Marieta se sumía en unas dudas que la empujaron casi a exigir ser la elegida para ver Villa Playa, en directo, durante diez minutos. Sus compañeras cedieron a su petición, por lo que Marieta tuvo ocasión de ver a Álex hablando muy dolido de ella: "Le iba a pedir matrimonio aquí (...) Es que es el amor de mi vida. Nunca había estado así con alguien. Simplemente estar, así los dos juntos... Yo aquí he hecho cosas porque ella lo hizo. Yo tenía claro que iba a salir de aquí con ella, por eso vine".
"Echo de menos a mi novio"
A pesar del lamento inicial de la valenciana, su reacción se transformó en todo un arrebato con la llegada de Gabriela, quien se mostró muy cariñosa y cercana con Álex. Ambos se retiraban entonces al dormitorio, donde continuaron haciéndose confesiones y abrazándose en medio del creciente cabreo de Marieta: "¡No puedo con esto!". "Echo de menos a mi novio", se lamentaba la valenciana, tras consumir el tiempo, momento en el que recordó que su relación con Álex "no funcionaba".
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No obstante, el aparente llanto de la valenciana no evitó que, a su regreso a Villa Montaña, llegara a enfadarse con Sergio porque le negó un beso tras haberla visto llorando por su novio. De ese modo, Marieta terminaba encerrada en su habitación, agobiada y sola, antes de salir como si nada para, de repente, correr hacia Villa Playa. "¿Dónde está mi puto novio?", preguntaba la valenciana en su frenética carrera, interrumpida por un Borja González que logró agarrarla después de que irrumpiera en la villa de los chicos justo cuando su novio estaba manteniendo relaciones con Gabriela en su habitación.