Este miércoles, 'GH Dúo: Límite 24 horas' ha sentado en el banquillo de los acusados a sus finalistas en un especial que ha servido a los concursantes para saldar sus cuentas pendientes. Excompañeros de concurso han subido a la casa para testificar en una serie de juicios ficcionados, y una de las acusadas ha sido Irene Rosales.
Irene Rosales junto a la jueza en su juicio "por tibia"
Tras el juicio a María Jesús Ruiz, la siguiente en sentarse en el banquillo de los acusados ha sido la mujer de Kiko Rivera, cuyo delito habría sido huir de los conflictos y no mojarse. Tras declararse inocente de los cargos de los que se le acusaba, la jueza ha dado paso a una prueba gráfica que no era más que un vídeo que recogía las críticas de sus compañeros por su poca implicación en la casa.
La más dura con la joven fue María Jesús Ruiz: "Ha intentado pasar desapercibida para librarse de las nominaciones. Aconsejaba, pero no se posicionaba. No me parece limpia esta mujer. Está aquí porque tiene deudas por su marido". La acusada, por su parte, se ha defendido alegando que así es su personalidad y que jamás ha entrado a un confesionario para criticar a sus compañeros como sí ha hecho María Jesús.
"María Jesús Ruiz es una impresentable"
La concursante reconoció, como todo el mundo sabe, que ha entrado al concurso con motivo de una deuda con Hacienda y admitió sentirse muy orgullosa de la oportunidad que 'Gran Hermano' le había dado para sanear sus cuentas. Irene sorprendió con su sinceridad y claridad a la hora de afrontar el tema: "Voy a ser sincera: he decidido no pagar a Hacienda para poder tener dinero en casa. Por eso tengo una deuda".
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La joven parecía lidiar fácilmente con el juicio, aunque el más afectado por las palabras de María Jesús fue su marido Kiko Rivera. El DJ tomó la palabra como testigo de la acusación: "Esta señorita (María Jesús Ruiz) es una impresentable. Aquí lo que hay que hacer es hablar de las personas por el concurso, no por lo de fuera", aseguró, afectado por las acusación de la exmodelo.