El jueves 16 de noviembre, 'GH VIP 8' emitió su décima gala en Telecinco, con Luitingo y Pilar Llori como candidatos a ocupar la segunda y última plaza de la repesca. La primera se la llevó Albert Infante, a quien finalmente se sumó la madrileña, al vencer con el apoyo del 51%, en una votación que perdió todo el sentido cuando el programa se sacó de la manga la posibilidad de que la madrileña o Jessica Bueno pagaran para permitir que Luitingo volviera al reality.
"Los sentimientos pueden cambiar y los pensamientos, también. Lo juro y lo perjuro que lo único que quiero es que nadie sufra, que le deseo todo lo mejor del mundo a Pilar y que sea lo que tenga que ser", argumentó el sevillano, en un encuentro a solas con Llori, quien confesó sentirse "triste porque nunca hubiera imaginado que todo acabase así". Asimismo, el sevillano volvió a defender su amistad con Jessica Bueno tras ver algunos de los momentos que había compartido con ella estos días: "Me siento bien cuando estoy con ella".
Luitingo y Pilar mantienen una última conversación antes de conocer quién es el repescado en 'GH VIP 8'
A pesar de las lágrimas de Luitingo, Llori se mantuvo impasible, dado que no creía que fuera sincero. De hecho, la madrileña se mostró convencida de que cuando consiguiera a Bueno, "le dará la patada también" y después tuvo que negar que siguiera enamorada de él, aunque admitió que sus primeros días en el reality con el sevillano "fueron muy intensos". "Me ha hecho un favor. No quiero a alguien así a mi lado", concluyó Llori, quien celebró su reincorporación al reality con saltos de alegría y rechazó cualquier contacto con Luitingo en su supuesta despedida.
Una votación inútil
Sin embargo, la alegría de Llori no duró mucho, puesto que Marta Flich anunció un inesperado cambió que revolucionó a la audiencia: "Tu futuro está en manos de Pilar y Jessica. Las dos van a enfrentarse a un gran dilema: podrán decidir que te quedas, a cambio de descontar 5.000 euros del premio. Con que solo una de ellas acepte, vuelves a estar dentro". La primera en considerar esa decisión fue Llori quien, tras días deseando separarse del sevillano, gritó un sonoro "no" como respuesta a la posibilidad de que volviera a la casa.
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El programa aprovechó la recta final de la gala para ejercer presión sobre una indecisa Bueno, con un Luitingo atento a sus palabras: "Si fuera por mí lo haría, para vivir mi concurso más feliz y contenta, porque me he quedado sola". Finalmente, la sevillana decidió gastar otros 5.000 euros, con los que garantizó la continuidad de su paisano. "Estoy contento por mí, pero si hubiera dicho que no, hubiera seguido igual para mí", afirmó el sevillano, cuyo regreso a la casa sentó fatal a Llori. "Es lo que sentía en ese momento, he sido egoísta. He pensado en él y en mí, quiero disfrutar del tiempo que esté aquí", se defendió Bueno, ante el descontento de parte de sus compañeros.