El 23 de junio nos hacíamos eco de una función no muy lejana de Alexa, el asistente virtual de Amazon, que consistirá en poder configurarlo con la voz de un familiar fallecido, evocando al primer episodio de la segunda temporada de 'Black Mirror'. Un día después de que la realidad superase a la ficción en la serie de Netflix, la distopía de 'The Handmaid's Tale' también deja de serlo tras una decisión que podría convertir Estados Unidos en la República de Gilead.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha revocado la histórica sentencia del caso Roe contra Wade, que dio en 1973 rango federal a la libertad de las mujeres de interrumpir el embarazo. Esta decisión supone que los 50 Estados van a tener la potestad de legislar el tema como deseen.
'The Handmaid's Tale'
Teniendo en cuenta el conservadurismo de muchos de estos, se calcula que unos 26 estarían dispuestos a prohibir el aborto, lo que nos recuerda la ley ex post facto retroactiva de 'El cuento de la criada', donde incluso las mujeres que habían practicado el aborto antes de alzarse la teocracia de Gilead eran condenadas a muerte o enviadas a Las Colonias.
La noticia no ha tardado en recibir miles de reacciones de personalidades de todo tipo, como por ejemplo de Barack Obama o de Pedro Sánchez. "Hoy el Tribunal Supremo no solo revocó casi 50 años de precedentes, sino que relegó la decisión más intensamente personal que alguien puede tomar a los caprichos de políticos e ideólogos, atacando las libertades esenciales de millones de estadounidenses", escribía el expresidente de Estados Unidos en Twitter.
"No podemos dar por sentado ningún derecho. Las conquistas sociales siempre están en riesgo de retroceder y su defensa tiene que ser nuestro día a día. Las mujeres deben poder decidir libremente sobre sus vidas", expresaba también el presidente del Gobierno de España en su perfil de dicha red social.
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La autora de 'The Handmaid's Tale'
Margaret Atwood, autora de la novela en la que se basó la ficción de HBO, ya se pronunció en The Guardian en mayo de 2022 tras la filtración de un borrador del Tribunal Supremo estadounidense sobre la posible derogación del derecho a abortar, mostrándose totalmente reacia al respecto. "Las mujeres que no pueden tomar sus propias decisiones sobre si tener o no bebés están esclavizadas por el Estado, que reclama la propiedad de sus cuerpos y el derecho de dictar el uso que se debe dar a sus cuerpos", explicaba entonces.