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El paso de Ginés Corregüela por 'Supervivientes 2023' nos está dejando ver el lado más personal del rey de los bocadillos. El entramado amoroso en el que está envuelto lo ha convertido en protagonista de los últimos programas, primero con la visita de su todavía mujer e hija, y después de su novia, Yaiza Martín, quien pasó a ser concursante de pleno derecho. Además de esto, el tiktoker está dispuesto a darlo todo en el reality e, incluso, se ha puesto como objetivo salir Honduras con un aprendizaje nuevo que, hasta ahora, nunca había sido capaz de llevar a cabo.
Así, Ginés se ha propuesto aprender a nadar, ya que es el único superviviente que no sabe cómo hacerlo. Aunque él mismo se lo toma con humor, lo cierto es que no tener dicha habilidad le podría retrasar respecto a sus compañeros, y más aún si consigue aguantar semana tras semana en el concurso. Por ello, Corregüela se ha puesto manos a la obra y ha decidido que dos de sus compañeros le den clases en la playa de Cabeza de León, en concreto Yaiza Martín y Diego Pérez, quienes han sido los encargados de hacerle flotar y explicarle el movimiento de manos y pies que tendría que hacer en el agua.'Supervivientes 2023'
"Yo solo para allá, que yo sé nadar", decía el aprendiz pidiendo a sus compañeros que lo soltasen en el agua, aunque estos no confiaron en sus palabras y continuaron sujetándole para evitar que se ahogase. "Le falta coordinar un poco, pero lo ha hecho muy bien para ser el primer día", admitía Diego a las cámaras del programa. Las clases dieron sus frutos y el alumno consiguió dar alguna brazada, sin embargo, y como no se encontraba como pez en el agua precisamente, ya cansado, pidió a sus compañeros que lo sacaran del agua y le hicieran el boca a boca.
Diego Pérez le hace el boca a boca
Tras sacarlo en brazos a la arena, Ginés Corregüela fue atendido, más por crear un momento cómico que porque realmente lo necesitase, por Diego Pérez, quien no dudó en hacerle el boca a boca mientras Yaiza Martín trataba de hacer una reanimación apretando su pecho. El aprendiz pidió a sus compañeros que intercambiaran posiciones para conseguir así un beso de su novia con la excusa del ahogo, algo que consiguió que sucediera. Aunque Ginés admite que todavía no está "muy seguro" nadando, Martín se muestra más optimista: "Está ya en el nivel cinco, estamos ya para alucinar. Ya flota y todo".