La televisión tradicional ha visto cómo en los últimos años la competencia ha crecido a pasos agigantados en el sector. La llegada y posterior consolidación de las nuevas plataformas de streaming, como Netflix, Prime Video o HBO, avaladas en algunos casos por gigantes del comercio, como Amazon, o de la telecomunicación, como AT&T, ha alterado de manera irreversible el panorama audiovisual español. Ante esta tesitura, el Ministerio de Economía y Empresa ha movido ficha para que estas compañías brinden una parte de sus ingresos a la financiación de la televisión pública.
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Mientras que Atresmedia y Mediaset han tenido que destinar desde 2009 un 3% de sus respectivos ingresos al ente público, ese porcentaje es del 0,9% para las operadoras telefónicas citadas previamente, que ya han remitido sus quejas a organismos como el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por considerar la directiva desproporcionada. En el caso de Netflix y los demás servicios de streaming, esa cifra podría encontrarse entre el 0,85% y el 1,35%, aunque todavía es pronto para fijar un número concreto. Las compañías afectadas ya estarían contactando con sus equipos legales para gestionar la situación.
Intento de aunar opiniones
Con el objetivo de "actualizar y modernizar el marco regulatorio audiovisual vigente en la UE, buscando establecer una regulación del audiovisual más acorde con la era digital", el Ministerio de Economía y Empresa ha trasladado una consulta pública de veinticinco cuestiones a las partes afectadas por la directiva. De esta manera, se busca indagar acerca de si los recursos de RTVE son suficientes en el marco actual, cuando las fronteras de la televisión son cada vez más difusas y la competencia crece de manera constante. El fin último contemplado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez no sería otro que aplicar la tasa de financiación de la televisión pública a las nuevas plataformas, en un proceso que podría extenderse en el tiempo hasta verse materializado.