Jorge Javier Vázquez es, en muchas ocasiones, el mayor crítico de sus compañeros, y lo ha vuelto a demostrar poniendo en la diana a Lydia Lozano. A la noticia de la entrevista de Al Bano en el 'Deluxe' le siguió el completo destrozo de Lozano y su negativa a sentarse frente a él, tras años arrastrando la humillación por su grave error profesional al informar sobre la desaparición de su hija. El presentador de La Fábrica de la Tele ha analizado su actuación, cargando duramente contra su compañera.
Para Vázquez, Lydia Lozano "nunca defrauda" al llorar, y lo hace con "pasión y entrega", "con la misma pasión que cuando te rechaza un novio en la adolescencia". A pesar de la implacable comparación, reconoce que empatizó y hasta se emocionó al verla. Escribe también, en su columna en Lecturas, sobre sus seguidores, quienes "la protegen como a una hermana pequeña que no supiera defenderse", algo que provoca que ella se apoye "en la inconsciencia" y destierre "cualquier espíritu crítico". Asimismo, consultando a su familia sobre el dilema de presentarse o no, también habría errado, ya que "enfrentarte a tus terrores es la mejor manera de que desaparezcan".
Lydia Lozano llorando
Su artículo vuelve a arremeter contra ella cuando la acusa de aprovecharse de las ocasiones en las que el italiano la había vetado en el pasado. "Cometió un error al no sentarse con Al Bano", opina. Error que, de cara a sus "acólitos", servirá para reafirmarlos "en la idea de que el programa en el que trabaja es el auténtico demonio". "Inexplicablemente", opina el presentador, "perdió la oportunidad de su vida de dar por zanjado el tema" que la persigue desde hace años. Vázquez la retrata también como culpable de su dolor, al señalar que "ha tenido tiempo para sanarla [su herida], pero ha preferido mirar hacia otro lado en vez de ponerse en manos de profesionales".
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Una mártir
El artículo profundiza también en el ataque a los fans acríticos de Lydia Lozano, con la opinión de que "si a estas alturas no le han dado ya de lado, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que para sus seguidores pasará a la historia como una mártir que entregó su vida a 'Sálvame'". Va más allá, y cuestiona su mensaje lanzado al día siguiente de la entrevista de Al Bano, con gafas de sol y llorando: "Su discurso fue poco convincente y, lo que es peor, dejaba la puerta abierta a que se volviera a reabrir el caso que tanto le hace sufrir", sentencia Vázquez.