La noche del martes 18 de febrero, Cuatro emitió la última entrega en directo de 'El debate de las tentaciones' con Sandra Barneda al frente. Una noche en la que se ponía punto final a la primera edición de 'La isla de las tentaciones', con uno de los reencuentros más esperados tras la emisión del reality: el de Susana Molina y Gonzalo Montoya, quienes no se veían desde su ruptura en la hoguera final.
Susana y Gonzalo, antes de su reencuentro cara a cara en 'El debate de las tentaciones'
"Tengo que llevar muchísimo cuidado en lo que digo y lo que hago. He estado en su situación y te agarras a cualquier cosa y eso es lo que no quiero", concluyó Susana, al hablar de su inminente reencuentro, tras lo cual Gonzalo prometió que "voy a intentar estar bien, de verdad". Sin embargo, el exparticipante acabó viniéndose abajo nada más reunirse con Sandra, antes de ver a su expareja. "Necesito darle un abrazo a mi hermano, porque si no, me voy a partir", confesó Montoya, tras lo cual acudió al encuentro de su hermano, situado entre el público. Además, Gonzalo también contó con el apoyo de Ismael Nicolás, quien lo abrazó para después asegurar que "es muy buena persona y tiene un corazón muy noble". "Siempre intenta que todo el mundo esté bien", elogió Nicolás.
"La realidad es que ella no está enamorada de mí"
"Me costó aceptarlo porque pensé que estaba influenciada por lo que pasaba en su casa. Eso no era así en la vida real", declaró Gonzalo, a la hora de hablar del momento de la ruptura con Susana. "La realidad es que ella no está enamorada de mí", matizó Montoya, tras lo cual matizó que Molina "me quiere con locura" y tenía derecho "a amar a quien quiera". Barneda quiso saber también qué sintió Gonzalo al escuchar como Susana confesaba que no estaba enamorada de él, ante lo que el exparticipante señaló que estaba en "estado de shock que no podía ni hablar". "Justo cuando volvimos, perdimos a un ser querido, que es mi abuela. No tener apoyo de Susana en ese momento fue muy duro", recordó también Gonzalo, emocionado, quien confesó que seguía viviendo en la casa que habían compartido, algo que era muy duro. "Se va extinguiendo el olor y es una de las cosas que más echo de menos", confesó Montoya, quien afirmó que "jamás amaré a una persona como he amado a Susana".