Niños que empiezan a trabajar a los siete, ocho, nueve años. Niñas que con 13 son casadas a la fuerza porque su familia no puede mantenerlas. Adolescentes que acaban metidos en bandas en busca de protección y eso les trae la ruina... Esa es la realidad de Guatemala contada por un trabajador de 'Save the Children' del país. Lo hace para el documental 'Detrás del muro', un documento visual que pretende poner voz y rostro al drama de la migración desde America Latina a los Estados Unidos.
Gonzo en 'Detrás del muro'
A través del trabajo mancomunado entre Fernando González, Gonzo, y Carmen Aguilera, con el respaldo del equipo de 'El intermedio', el espectador podrá conocer las historias Marcos, Lesbia, Yooselin, José, Wendy y Janet, todas ellos migrantes, cada uno por causas distintas. Todos ellos con un mismo sueño, una vida mejor. Sus anhelos y aspiraciones es lo que ha podido conocer Gonzo de primera mano, ya que el periodista viajó hasta Guatemala para acompañar a los protagonistas en su travesía hasta la frontera estadounidense. "Ha sido un trabajo muy muy mental y a nivel personal se me ha hecho difícil", confiesa el reportero en una conversación con FormulaTV.
El problema está en cómo lidiar con tener que escuchar todos esos testimonios y no poder ayudar. Gonzo lo sabe bien, lo aprendió la primera vez que tuvo que enfrentarse a algo así. "Estaba en el Sahara y la gente me pedía por favor mi teléfono o mi email. Yo se lo daba a todo el mundo, pero luego me di cuenta que ellos se agarran a eso como un clavo ardiendo, como su gran esperanza de vida. Al final aprendí que yo iba a hacer mi trabajo y que no iba a prometer expectativas que no puedo cumplir", relata el periodista, que, muy a su pesar, es consciente de que lo único que puede traer a España es su historia.
Después de todo lo vivido, volver no fue un trance fácil para el periodista, aunque, como reconoce, "el trabajo del periodista es así". Confiesa que Carmen le quiso dar unos días de descanso antes de volver a su trabajo en 'El intermedio', pero que lo rechazó. "Quería recuperar mi realidad cuanto antes", desvela, "aunque me costó mogollón. Me he implicado personalmente con esta gente". Y, cierto es. Cuando le preguntas por el final de las historias, parece que Gonzo vuelve allí. Se emociona cuando explica que para unos hubo un final feliz y se apaga cuando confiesa que para otros casos no sabe lo qué pasó. No obstante y, pese a todo lo "malo", Gonzo no duda en decir: "Ojalá algún día me pueda dedicar a hacer solo esto, porque me motiva mucho. Soy muy feliz".
De vuelta a España, toca volver con esa otra realidad, con la del reportero de 'El intermedio', con la del humor irreverente, las preguntas incómodas, la información y la actualidad. Ya son ocho años los que lleva dentro del programa e hilando con esto de sueños nos preguntamos,
¿está viviendo Gonzo su sueño americano en 'El intermedio'?
Sí, claro. Mis sueños los llevo cumpliendo desde que empecé en esta profesión. 'El intermedio' es brutal. Vosotros mirad en la televisión. No hay un espacio así. Que no digo que sea mejor que los demás. Me hablas de mi sueño. Yo tengo un perfil, y mi perfil cabe en un programa como 'El intermedio'. Yo sé hacer esto y no se hacer mucho más. No me veo capacitado para hacer otras cosas en TV. En radio sí, incluso en prensa escrita, pero en televisión... Es que llevo ocho años metido en un sitio que me dejan hacer de todo, que me gusta y que me dan libertad total. Y luego la repercusión que tiene.
A parte de hacer escuela, ¿qué más destacarías de 'El intermedio'?
La recompensa de que la gente por la calle te diga 'gracias por lo que hacéis', 'si no fuera por vosotros', 'es con lo que me informo...' Por otro lado, que alguien te diga que eres su programa informativo de referencia, te presiona mucho. Es tener una gran carga de responsabilidad.
Hablando de responsabilidad... En qué medida somos los medios responsables del auge de VOX
A ver, VOX tiene todo el derecho del mundo a que los medios le den voz. Es un partido que no ha sido ilegalizado, que tiene representación en Andalucía... Tiene todo el derecho del mundo. Ahora, los periodistas tenemos toda la obligación de decir que esto que dice VOX es verdad o es mentira, que creo que a veces no se hace tanto ejercicio. Pero tampoco juzgo a los medios de comunicación. Yo creo que no lo estamos haciendo bien, pero tampoco se hizo bien en su día con Podemos... VOX es el niño nuevo del cole y todos le prestamos atención.
La Fiscalía demostró que esa polémica era inventada, completamente. Por lo tanto, yo no voy a hablar ni de Dani Mateo ni de la bandera. Que hablen aquellos que convirtieron un gag de televisión, un sketch, en una polémica nacional. ¿Qué tengo que analizar cada chiste de Wyoming o de Dani Mateo? ¿Quién convirtió todo esto en un circo? Ahora sabemos todos que no había circo.
No obstante, esta polémica sirvió para abrir un debate interesante, el de los límites del humor
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