UNA GRAN HISTORIA DETRÁS

'Got Talent': Yao se lleva el Pase de Oro de Edurne y Risto al dejarlos boquiabiertos con su actuación

El concursante, de origen chino, había tenido que superar múltiples obstáculos para perseguir su sueño de convertirse en artista, tras una infancia marcada por la política del hijo único.

Por Beatriz Prieto El 5 de Febrero 2021 | 23:51

El viernes 5 de febrero, la sexta edición de 'Got Talent España' alcanzó su cuarta tanda de audiciones, en la que Risto Mejide y Edurne protagonizaron una actuación que les dejó sin palabras, de la mano de Yao, un joven chino cuya infancia estuvo marcada por la política del hijo único establecida hace años en su país de origen, dado que él era el segundo hijo de su familia. A ello se unía, además las dificultades que el mentalista tuvo que enfrentar al abandonar su carrera profesional para perseguir su sueño: ser un artista.

Edurne y Risto Mejide acompañan a Yao sobre el escenario de 'Got Talent'

"Voy a hacer mentalismo", comunicaba el concursante, que llegaba acompañado por Javier, una persona "muy importante para él". "Yao llegó a España de mi mano, porque en su país no puede cumplir su sueño. Él no puede ser mago", explicaba el aludido, quien lo conoció "en un Congreso mágico en Asia". "Yo, de hecho, soy campeón del mundo de mentalismo y a mí me dejó loco. Dije: 'es un talento, tendría que poder triunfar'", prosiguió el mentalista, tras lo cual "lo invité a España para que trabaje conmigo como asistente para que empiece su futuro. Y su futuro empieza aquí". "Tengo un hermano mayor. En mi país, nacer segundo era ilegal. Mi familia incumplió la ley para que hoy demuestre que el segundo puede ser el número uno", señaló el concursante, sobre el escenario, una historia que el propio Javier se encargó de compartir.

"Yao es el segundo hijo de una familia en la que ya había un hijo mayor y, en su país, el segundo hijo debía ser abortado o entregado en adopción", aclaró el acompañante de Yao, quien relató cómo, "para evitar darlo en adopción, la familia se va de la capital y tiene que viajar al desierto de Gobi. Allí se quedan hasta que los descubren y se ven obligados a pagar una multa, que es todo lo que gana la familia en un año". "Él es ingeniero petroquímico, pero quería ser artista. Imagínate decirle a la familia: 'habéis pagado por mí una fortuna, habéis jugado el todo por el todo y quiero ser artista'. Hoy es su primer paso", concluyó Javier. Para su número, Yao contó con la ayuda de Edurne y Risto quienes, tras una mampara, debían escoger una carta y una postal y guardarlas en un sobre opaco. Sin nada más, la misión del concursante era adivinar ambos: la carta de Edurne se limitó a escribirla en una pizarra, sorprendiendo a la cantante al acertar, mientras que a Mejide lo dejó sin palabras cuando se emitió un vídeo en el que el hermano mayor de Yao, junto a su hijo y su mujer, mostraban un cartel en el que se podía leer "New York", ciudad de la que el juez había escogido la postal.

"Está reservando algo muy grande"

"Se lo ha aprendido todo para hacer el número", explicaba Santi Millán, a lo que Javier añadió que Yao "lleva solo seis meses en el país. Solo sabe su número. Si lo sacabais del guion, estaba perdido", dado su conocimiento muy básico de español. Un dato que dejó aún más boquiabierto al jurado, incluso a Mejide. "En ocasiones es muy fácil ver el truco, pensar qué podría ser. Hay momentos en los que hay que abandonarse, hay que rendirse. Viene apadrinado por el campeón del mundo, se ha aprendido todo de memoria. Me has hecho rendirme, me he quedado sin argumentos", confesaba el barcelonés, mientras el público pedía el Pase de Oro para el chino. "Quiero decirte algo: él domina todas las disciplinas de la magia. El mentalismo era lo único que no había aprendido. Ha querido empezar por esa, porque se está reservando algo muy grande", intervino Javier, vendiendo a su compañero a los jueces, a quienes señaló que "yo te invitaría a que te lo planteases, porque trae algo muy fuerte si le damos la oportunidad". Un discurso muy convincente que logró el Pase de Oro de Edurne y Risto para Yao, quien fue incapaz de contener las lágrimas de alegría, un paso más cerca de alcanzar su sueño.