Con diciembre recién inaugurado y la gran final de 'Gran Hermano 19' cada vez más cerca, la décimo tercera gala de 'Gran Hermano: Límite 48 horas' estuvo marcada el martes 3 de diciembre por una nueva expulsión, tras la doble que se llevó a cabo en la cita del jueves. Con Daniela Cano, Óscar Landa y Violeta Crespo como últimos nominados de la semana, la votación en MiTele concluyó esta vez con la marcha de Daniela.
Dichos votos se repartieron en un 46%, un 40% y 14% entre los tres nominados, antes de que Jorge Javier Vázquez comunicara la salvación de Óscar al ser el dueño del porcentaje más bajo. El vasco abandonaba entonces la sala de expulsión, dejando a solas a sus dos compañeras. "No quiero irme y tengo una mala sensación", manifestó Violeta, consciente de que "persona que sale a la palestra con Daniela, persona que se va", antes de enfrentarse otra sesión de cine en la que la manchega repasó momentos de su convivencia con Edi Insua.
Daniela, Violeta y Óscar en la décimo tercera gala de 'Gran hermano: Límite 48 horas'
Con los votos repartidos en un 54% y un 46%, Daniela se sumó a la pareja para después revivir algunos momentos de tensión con su rival en la palestra, que evidenciaron su distante relación al promover un nuevo choque entre ambas. "La gente buena y humilde no está todo el día diciendo lo buena que es", acusaba la colombiana, mientras que la manchega la tacha de "mala" y "prepotente". Finalmente, Vázquez anunció la expulsión de Daniela, ante la sorpresa de la propia Maica y de gran parte de la audiencia, que inició su protesta en redes ante lo que parecía un tongo por parte de la organización.
Lo más leído
"No hay que quedarse con lo negativo"
"Siempre hay que ser una misma y decir lo que piensas, aunque haya gente que no le guste", manifestó Daniela, una vez a solas, consciente de que ese podría ser el motivo de su expulsión. Asimismo, la exconcursante valoró que el reality "me ha enseñado que no hay que quedarse con lo negativo, siempre hay algo positivo", tras lo cual pudo reencontrarse con una llorosa Maica Benedicto, a causa de su marcha. Daniela pudo entonces consolar y dar ánimos a su compañera, antes de abandonar la casa de Guadalix de la Sierra, donde el regreso de Violeta fue recibido con gran alegría por sus compañeros.