La undécima gala de 'Gran Hermano' concluyó en la madrugada del viernes 15 de noviembre con la "resurrección" de Laura Vieguez Galera como concursante, después de la expulsión de Ruvens Pérez, gracias a uno de los poderes que repartió el programa a lo largo de la cita. Cinco "ventajas" que determinaron también las nominaciones, las cuales concluyeron poniendo en manos de los espectadores a Daniela Cano, Óscar Landa, Manu Vulcán, Jorge Pérez, Nerea Minguela y Luis.
A lo largo de la cita, Jorge Javier Vázquez fue extrayendo distintas bolas que contenían los nombres de los concursantes, lo que determinó no solo el orden en el que escogían uno de los objetos que había dispuesto el programa, sino también el orden en las nominaciones, todas ellas a la cara. Dichos objetos otorgaron varios poderes a cinco de los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra: Daniela será Big Bro hasta que acabe la edición, por lo que podrá salvar a un nominado cada semana; Maica Benedicto fue expulsada por Edi Insua, pero la audiencia la recuperó en una votación exprés; y Laura regresó gracias al poder de la "resurrección" que recibió Manu.
Mientras se decidía el destino de Maica con ella apartada del resto de sus compañeros, los otros dos poderes restantes influyeron en las nominaciones de forma directa, puesto que Jorge situó en la palestra para siempre a Daniela al tocarle la "nominación perpetua", tras lo cual Juan Luis Quintana vetó a Óscar, quien se quedaba así sin poder nominar en lo que quedaba de edición. Esas dos decisiones, junto a la ausencia de Maica tanto para dar puntos como para recibirlos, influyeron en un reparto que situó a Óscar en cabeza, con un total de quince puntos, para descontento del ya molesto concursante.
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