'Gran Hermano 19' alcanzó su segunda gala la noche del jueves 12 de septiembre, con Jorge Javier Vázquez al frente, en la que lo concursantes se enfrentaban a la primera "expulsión" de la edición. Una decisión en manos de la audiencia que se disputaba entre Daniela Cano, Maite Benítez, Vanessa Bouza y Laura Vieguez Galera, de las cuales dos tuvieron que despedirse de la casa grande para trasladarse a la casa secreta.
Al comienzo de la gala, el programa mostró los porcentajes, con dos de las concursantes más desmarcadas que sus dos compañeras, como ya se mostraba en los primeros minutos de las votaciones tras las nominaciones del martes. En concreto, la votación se cerró con un 52%, un 32%, un 12% y un 4%, cifra que convirtió a Maite en la primera salvada de la noche.
Las cuatro nominadas antes de conocer a las primeras "expulsadas" de 'Gran hermano 19'
"Gracias España. Estoy muy ilusionada. Sé que soy una rival fuerte, sabía que ella era una rival fuerte, así que lo he llevado de la mejor manera posible como personas educadas y civilizadas, con nuestros más y nuestro menos, pero siempre consciente de dónde estoy y de quién decide", declaró la cántabra, haciendo referencia a sus disputas con Vanessa. "No la nominé para medirme contra ella como rival, sino porque tenía motivos para ello", replicó la gallega.
"Esto es un juego"
Finalmente, con Daniela, Vanessa y Laura en la sala de expulsión, Vázquez proclamó la expulsión de la primera. "Es una decisión que tengo que aceptar", confesó la colombiana, quien reconoció que "vuelvo triste, pero por otro lado vuelvo feliz porque he conocido gente maravillosa y he tenido oportunidad de vivir casi una semana". La concursante ponía así rumbo a la casa secreta, donde se mostró desconcertada hasta que le explicaron que no tendría que dejar el reality, sino que seguiría el concurso con sus nuevos compañeros.
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Vanessa y Laura se llevaban así una gran alegría, burbuja que Vázquez explotó tiempo después, cuando ambas estaban con el resto de concursantes. Fue entonces cuando el presentador proclamó a Vanessa como segunda expulsada de la noche, momento en el que la gallega apenas pudo contener el llanto. "Siento pena por no poder vivir la experiencia, por no seguir conociendo a mis compañeros. Pero esto es un juego y si la audiencia ha decidido que me voy, me voy", declaró la concursante, antes de poner rumbo sin saberlo hacia la casa secreta, donde se encontraba su marido Javier Mouzo.