La llegada de un nuevo año lleva en 2020 una carga mucho más nostálgica de lo que ocurre con cualquier otro año. Y es que se cierra una década, al menos según la cuenta más habitual e informal, y es casi obligatorio hacer un repaso por los acontecimientos que han tenido lugar. En lo televisivo, podemos ponernos positivos y pensar que ha sido una época de revolución en cuanto a las formas de consumo, en la que se ha multiplicado la oferta y al tiempo se han asentado grandes tótems de la industria. Aunque, claro está, no todo ha ido tan bien.
Las protagonistas de 'The Morning Show', serie de Apple TV+
Si profundizamos en todo lo que ha rodeado al mundo televisivo, no faltan ejemplos de grandes apuestas que se quedan en intentos, revoluciones que prometían cambiar nuestra vida que pasan inadvertidas y estrellas que no iluminan tanto como se anunciaban. Porque en el camino de internarnos en la televisión que definirá al siglo XXI hay mucho ensayo y error, que demuestra que no todo puede tener cabida, según van evolucionando los gustos de los telespectadores.
Así pues, desde FormulaTV hemos querido realizar esta lista en que se recopilan los mayores fracasos televisivos de la década del 2010. La idea no es tanto echar sal en la herida de estos tropiezos, sino que sirvan como ejemplos para inspirar una televisión mejor en los nuevos años 20, al tiempo que suponen un repaso nostálgico de cómo acabaron algunas aventuras fallidas de las que, probablemente, pocas personas se acuerden por su discreto final.
15 La ficción británico-española
Olivia Chenery y Rebecca Scott protagonizan 'Reinas'
Las denominación de origen del Reino Unido se ha convertido para las series en todo un sello de calidad. Las propuestas arriesgadas, los actores de renombre, la cuidada ambientación histórica y el particular humor son algunos de los alicientes que el espectador espera encontrarse al enfrentarse a una producción de BBC, que casi se ha convertido en sinónimo de serie de culto. El acercamiento de España a la pública británica podría haber sido una garantía de éxito, pero esta década nos ha demostrado que no es así con dos claros ejemplos.
El primer batacazo fue de 'Refugiados' en 2015, serie apocalíptica con un carácter social que se estrenaba con un impresionante 25% de cuota de pantalla, gracias a su estreno en todos los canales de Atresmedia, pero que en sus emisiones posteriores en laSexta fue bajando hasta despedirse con su mínimo, un 5,8%. El siguiente intento de aunar talento británico y español vino de la mano de José Luis Moreno para TVE. Se trataba de 'Reinas', una serie histórica sobre las rivalidades entre María de Estuardo e Isabel I de Inglaterra que también fue cayendo hasta irse con un mínimo del 6,2%. En ambos casos, su doblaje y sus actuaciones fueron las dianas de las duras críticas que recibieron, y BBC no ha vuelto a aventurarse en coproducciones con cadenas españolas.
14 España en Eurovisión
Miki Núñez, representante de Eurovisión en 2019
Es cierto que los seguidores españoles de Eurovisión llevan más de diez años acostumbrados a que sus representantes en el concurso no alcancen los primeros puestos, pero la década de 2010 ha sido especialmente desastrosa. En diez años, sólo Pastora Soler y Ruth Lorenzo han conseguido llegar al top 10, en 2012 y 2014 respectivamente. Por si fuera poco, en Kiev en 2017 se dio una de las mayores debacles de la historia de España en el concurso, cuando el famoso gallo de Manel Navarro le dejó en el último puesto.
Comparativamente, la década previa dejó mejores resultados, con algunos tan destacados como los de David Civera, Rosa y Beth, que superaron el décimo puesto. Ningún procedimiento de elección ha servido para que España superase esa barrera en el período posterior.
13 La TDT
Imagen promocional de 'Forjado a fuego'
Entre 2008 y 2010 tuvo lugar el llamado "apagón analógico", por el que progresivamente las emisiones televisivas se adaptaron al sistema de la llamada Televisión Digital Terrestre. La consiguiente liberalización de las frecuencias permitía el concurso de nuevas cadenas, un mercado que se prometía interesante de cara a la nueva década. Así, surgieron cadenas filiares de las generalistas, irrumpieron algunas nuevas temáticas y las cadenas locales tuvieron que adaptarse y diversificarse.
Este nuevo ecosistema televisivo trajo la variedad de la televisión por cable al espectador en abierto, que no tardó en comprobar que no la necesitaba. Las audiencias sufrieron un poco la dispersión, pero no de forma notable y las generalistas han seguido copando el mercado. Las posibilidades tan variadas de los canales de TDT han quedado reducidas a la constante emisión de reposiciones, los realities de nicho y las telenovelas turcas.
Con la aglomeración de las generalistas en grupos audiovisuales que se consolidó en los 2010, quedó clara la división de las cadenas en dos ligas, una conformada por La 1, Antena 3 y Telecinco, y otra en la que se agrupan La 2, Cuatro y laSexta. La producción de ficción original quedó relegada al primer grupo, dejando al segundo en clara desventaja, sin poder usar ese poderoso reclamo. Pocos lo han intentado y, de hecho, La 2 ni siquiera se ha aventurado a hacerlo en este período, como sí han hecho, con poca fortuna, sus dos competidoras.
En el caso de laSexta, la década comenzó con la cancelación del interesante bloque de humor autoconclusivo diario que formaban 'Qué vida más triste', 'La tira' y 'Estados alterados'. Su única otra apuesta, aparte de la ya mencionada 'Refugiados', fue 'BuenAgente', serie que tuvo un gran estreno, pero fue reubicada múltiples veces y cancelada al inicio de su segunda temporada para pasar a emitirse en el late night de Antena 3. Cuatro, por su parte, lo ha intentado (y fallado) más. Su único acierto, al menos en audiencia, ha sido 'Gym Tony', mientras que por el camino ha producido telenovelas como 'Ciega a citas' y 'Valientes' o series olvidadas de prime time como 'Grupo 2 Homicidios' o 'Rabia'. La que sí se recuerda, aunque para mal, es 'Dreamland', que trataba de aprovechar el éxito de 'Fama a bailar' ambientándose en una academia de baile que visitaron los cameos de Shakira, Malú o Abraham Mateo, pero que ni por esas pudo evitar acabar sus días en el late night, promediando un 3,6 de cuota de pantalla.
En el caso de Antonio Resines, el actor comenzaba la década habiendo despertado del sueño que fueron 'Los Serrano'. Sus siguientes proyectos le devolvieron a lo más crudo de la realidad en las tres cadenas principales, al protagonizar los patinazos 'Cheers', 'Aquí Paz y después Gloria' e 'iFamily'. Al parecer, en este período sólo ha sido capaz de triunfar en televisión siendo él mismo, como en sus aplaudidas colaboraciones en 'El hormiguero' y 'La resistencia' o en sus cameos en '¿Qué fue de Jorge Sanz?', 'Paquita Salas' y 'Mira lo que has hecho'.
10 Las emisiones de Fórmula 1
Antonio Lobato, periodista especializado en Fórmula 1
Tras un buen arranque en laSexta, la cadena se fusionó con Antena 3 y, desde 2012, las retransmisiones de Formula 1 y todo su equipo pasaron a la que fue primera cadena del grupo Atresmedia. Allí, las audiencias fueron bajando hasta 2015, momento en el que Antonio Lobato decide tomarse un respiro tras años de ser el periodista más icónico asociado al deporte y Antena 3 renuncia a los derechos. Sin Lobato y con un Alonso en horas bajas, la temporada 2016-2017 pasó sin pena ni gloria por TVE. Tras ello, Movistar asumió los derechos e incluso recuperó a Lobato, pero no ha conseguido evitar que este deporte vuelva a ser, como a principios de siglo, de nicho.
9 El primer contrato de Isabel Pantoja con Telecinco
Kiko Rivera y Jorge Javier Vázquez
La participación de Kiko Rivera en 'Supervivientes' en 2011 supuso el descubrimiento para Mediaset de que cualquier aparición de Isabel Pantoja por sus platós reventaba las audiencias. Deseosos de explotar ese filón, la cadena de Fuencarral inició unos acercamientos con la tonadillera que fructificaron en un contrato en exclusiva. José Luis Moreno preparó una gala de navidad con ella como protagonista, 'Isabel, a su manera', y el 2011 fue despedido con la diva de Cantora junto a su hijo Kiko Rivera y Jorge Javier Vázquez, en lo que suponía la firma televisada de la paz entre la familia Pantoja y el presentador estrella de Telecinco, dando como resultado la retransmisión de campanadas más seguidas en la historia de la cadena. Unos hitos que servirían para catalogar esta relación de rotundo éxito, sino fuera porque el idilio no pasó de ahí.
Las cosas se torcieron cuando la propia Isabel Pantoja llamó a 'Espejo público' en un arrebato de 50 minutos para defenderse ante la forma en que el programa trataba su implicación en el Caso Malaya. Con ello, estaba violando su contrato en exclusiva al conceder lo que fue, a todas luces, una entrevista que perjudicó la audiencia de 'El programa de Ana Rosa', en la que ya era su cadena. La relación se tensó aún más cuando Paolo Vasile dio la orden de emitir 'Mi gitana', el polémico biopic de la cantante que la relacionaba de forma más que íntima con Encarna Sánchez. Con el ambiente así de caldeado, la Pantoja se negó a conceder su anunciada entrevista en 'Sálvame Deluxe' y rompía su relación con la cadena. Con ello se esfumaban proyectos como su participación como jurado o concursante en la frustrada segunda edición de '¡Más que baile!', y futuras entrevistas en los programas de la cadena que, con su nuevo contrato iniciado en 2019, sí tendrá oportunidad de realizar.
8 El prestigio de Netflix
Los protagonistas de 'Sense8'
Esta década ha presenciado el auge de un gigante en la industria televisiva que no da visos de flaquear: Netflix. El videoclub reconvertido en plataforma de streaming comenzó en 2013 a emitir contenido autofinanciado y exclusivo, algo que se ha convertido en una de las patas fundamentales de su estrategia. Su primera serie fue 'House of Cards', pero a ella se añadirían pronto otras como 'Narcos', 'Orange Is The New Black' o 'The Crown'. Las primeras series de Netflix mostraban un abanico de diversidad que no excluía la calidad y el estilo propio de cada una de sus propuestas. Una marca de la casa que no tardaría en desgastarse.
La primera gran decepción de los espectadores llegó con la cancelación de 'Sense8', que anunciaba su abrupto final tras la segunda temporada, y apenas pudo ser salvada para un capítulo final estrenado en 2018. A día de hoy, Netflix mantiene pocos de sus buques insignia, como 'Stranger Things', y cuenta entre sus series más largas y destacadas a aquellas que ha comprado, como 'Black Mirror' o 'La Casa de Papel'. En general, le cuesta pasar el rubicón de la segunda temporada, quizá porque su estrategia de estrenar temporadas completas ha demostrado reducir el impacto de sus productos a largo plazo. A medida que el monstruo ha ido creciendo, su catálogo ha ido cambiando así la calidad por la cantidad, y hoy en día es difícil atisbar en sus más recientes producciones ese sello de grandes narradores de historias originales y libres del que antes se enorgullecían.
7 El descanso de los espectadores
El jurado de 'MasterChef' trata de contar lo que dura su programa
El particular y único modelo que se da en la televisión española para gestionar el prime time sigue perjudicando las necesarias horas de sueño de los espectadores, y el problema no ha ido a mejor. Aunque los programas y series reduzcan su duración, algo que sigue sin hacerse en la mayoría de casos, de nada sirve si el horario estelar sigue retrasándose. El prime time comienza ya, de media, casi a las 23:00, un horario casi inasumible para un espectador ocupado al día siguiente a poco que lo que esté viendo tenga algún anuncio.
La estrategia, por supuesto, sigue teniendo sentido para las cadenas, puesto que estirando este horario consiguen obligar al espectador fiel a quedarse frente a la pantalla más tiempo y evitan tener que invertir dinero en contenidos para el horario de late night. Ocurre que, en un mercado con cada vez más plataformas de contenidos bajo demanda, la fuga de espectadores, especialmente de los jóvenes, es obvia y cada vez más acusada. La televisión tradicional aún no sufre demasiado por este sangrado, pero su público, cada vez más envejecido, podría no tardar en reducirse hasta cifras preocupantes, que lleven a los anunciantes a buscar mejores lugares en que invertir su dinero.
6 Los intentos de imitar 'MasterChef'
El jurado de 'Top Chef' durante la presentación
Nadie supo predecir el tremendo impacto que tendría 'MasterChef' cuando la competición culinaria aterrizó en La 1 en 2013. Su imprevisible liderazgo continuado hizo que Atresmedia reaccionase y recolocara 'Top Chef', pensado originalmente para laSexta, y lo estrenara el mismo año en el prime time de Antena 3. El concurso, que contaba con el carisma de Alberto Chicote como una de sus bazas principales, consiguió unos datos decentes, pero no sobrepasó el fenómeno de su principal competidor y se despidió tras cuatro temporadas.
La andadura del concurso de Antena 3 fue, con todo, mucho mejor que los intentos de realizar formatos similares por parte de Mediaset. La vuelta de tuerca familiar que suponía 'Mi madre cocina mejor que la tuya' no funcionó en su forma diaria para Cuatro en 2014 con el cocinero Sergio Fernández como presentador, y volvería a fallar en 2018 de forma más estrepitosa, durando apenas cuatro programas en el prime time de Telecinco a pesar de contar con Santi Millán y Juan Echanove. Las propuestas más dulces de Cuatro tampoco funcionaron en dos ocasiones, ya que se canceló en 2014 el 'Deja sitio para el postre' de Raquel Sánchez Silva y en 2019 el 'Bake Off' de Jesús Vázquez.
5 El fichaje de Pilar Rubio por Telecinco
Pilar Rubio y Óscar Jaenada en 'Piratas'
En la década anterior, Pilar Rubio había sido la reportera estrella del polémico 'Sé lo que hicisteis...', que realizaba constantes y duras críticas al enfoque de los contenidos del corazón dado por Telecinco. Su fichaje en exclusiva por parte de la cadena de Paolo Vasile parecía una perfecta venganza en la guerra abierta que mantenía con el programa de laSexta, y la fuerte apuesta que la cadena hacía por la de Torrejón se evidenciaba en que fuese una de las encargadas de dar las campanadas que despidieron el 2010 en la cadena.
La intención era que fuese una presentadora todoterreno, pero su único triunfo fue '¡Más que baile!', que tuvo la participación de Belén Esteban como principal reclamo. Más allá de eso, condujo concursos y talents tan olvidables como 'Cántame una canción', 'XXS' o 'Todo el mundo es bueno'. Sus grandes batacazos, por las expectativas volcadas en ellos, fueron 'Operación Triunfo 2011', que acabó con la andadura del concurso musical por Telecinco; y 'Piratas', la serie que coprotagonizó y que fue rechazada unánimemente por crítica y público. Un historial agónico que acabó definitiva y felizmente para ambas partes con la ruptura de su contrato en 2012.
4 La independencia de RTVE
Rosa María Mateo declara ante el Congreso como administradora única de RTVE
2010 se había iniciado con una Corporación de RTVE que había dado sus primeros pasos hacia una mayor independencia del poder político, pero que se había estancado. Es cierto que el Consejo y la presidencia ya no eran elegidos directamente por el gobierno, sino por dos tercios del Congreso, pero aún quedaba trabajo por hacer. En 2011, la dimisión de Alberto Oliart por la adjudicación de contratos públicos a su hijo enturbió la situación, que fue aprovechada por el nuevo gobierno de Mariano Rajoy para cambiar los procedimientos de designación de los organismos rectores mediante un decreto. El Congreso seguía teniendo la potestad para elegir al Consejo de RTVE, pero se acortaban los plazos en que la elección dependía únicamente de la mayoría absoluta de los diputados y no de dos tercios de su cámara.
Con mayores o menores escándalos y quejas, la situación se dejó tal cual durante los gobiernos del PP, en que se mantuvo esa injerencia en los órganos decisorios de los medios públicos. En la moción de censura que dio paso al gobierno socialista, en 2018, Pedro Sánchez prometió unos medios públicos más independientes, pero se tropezó con los obstáculos propios de su minoría parlamentaria. Aunque con dificultades, no tardó en nombrar a Rosa María Mateo como administradora única de la Corporación. El puesto fue concebido como algo transitorio hasta el establecimiento de un nuevo modelo, pero la periodista ha cerrado la década asumiéndolo, siendo constantes las peticiones para acabar con la provisionalidad de RTVE.
3El lanzamiento de Apple TV+
Tim Cook presentando Apple TV+
Hacerse un Netflix no es fácil. Hasta sus principales competidores, como HBO, tienen problemas para seguir el ritmo del gigante del streaming. Una compañía tan establecida como es Yahoo ya comprobó que meterse en la producción de contenido original bajo demanda entrañaba peligros cuando su propuesta, Yahoo! Screen, perdió 42 millones de dólares y tuvo que cerrar. Apple pensó que, dada la perfección de sus dispositivos y su adepta legión de seguidores, no le pasaría lo mismo. Todo apunta a que se equivocaba.
En noviembre de 2019 se dio el pistoletazo de salida de la plataforma y los primeros comentarios de usuarios han sido muy negativos. La principal queja es el escaso catálogo, que no acompaña al precio de 5 euros de la suscripción, si tenemos en cuenta lo que se está pagando por otras plataformas mejor surtidas. Además, la interfaz todavía presenta errores que pulir que dificultan la usabilidad. La fidelidad de los usuarios de Apple parecía augurar un éxito de este servicio, que pretendía reventar el mercado junto a Disney+, pero que está consiguiendo mucha menos efectividad que su competencia de la compañía del ratón. Aún es sólo el comienzo y podríamos hablar de ella como uno de los éxitos de la siguiente década, pero el inicio de esta plataforma no parece presagiarlo.
245 revoluciones
Carlos Cuevas como Rober en '45 revoluciones'
Por supuesto, ha habido muchas series a lo largo de los 2010 que han cosechado bajos índices de audiencia, pero el caso de '45 revoluciones' es único. La serie de Bambú inauguraba una nueva era para Atresmedia, aunque sólo fuese por su duración, que se adaptaba al estándar internacional de 50 minutos por primera vez. Al tiempo, su misma propuesta ya era ambiciosa, al mezclar con un ritmo endiablado su ambientación en la España franquista con números musicales anacrónicos que pretendían ser una marca de estilo que impactase a las audiencias tradicionales y alcanzasen el prestigio internacionalmente debido a su acordada emisión posterior en Netflix, emulando a 'La Casa de Papel'.
Su estreno ya fue poco halagüeño, al apenas obtener un 10,1% de cuota de pantalla que resulta escaso para el prime time. Su desplome posterior a un 7,1% ya habría hecho que cualquier otra cadena se replantease su estrategia, pero la de San Sebastián de los Reyes aguantó estoicamente con su ficción en horario estelar durante sus 13 capítulos. En el camino, llegó a bajar a un 2% de mínimo, obteniendo un global de un 4%, con lo que ostenta el dudoso honor de ser la ficción menos vista de las generalistas en España. A sus creadores les quedaba la esperanza de obtener el beneplácito de los espectadores del streaming, pero ya se ha estrenado en Netflix y, aunque la plataforma no proporciona datos, no parece que la creación de Ramón Campos sea el objeto de un nuevo fenómeno global.
1La televisión en 3D
Un televisor en 3D ofrece una experiencia inmersiva que no ha acabado de triunfar
La forma de ver la televisión ha cambiado desde 2010, particularmente por la multiplicación de dispositivos en que ahora se ven sus contenidos y por la cada vez mayor difusión del contenido bajo demanda. Sin embargo, a comienzos de 2010 parecía que la clave que iba a revolucionar el mercado era el 3D. James Cameron nos convenció con "Avatar" de que ésta era una experiencia mejorada a la hora de consumir productos audiovisuales, por lo que las principales marcas se pusieron de acuerdo en invertir en una tecnología común, que dio sus primeros frutos en 2012.
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El tiempo ha demostrado que la televisión en 3D no ha acabado por imponerse debido a diversos factores. El uso de gafas que resultan incómodas y oscurecen la visión en muchos casos, la necesidad de encontrarse en un ángulo concreto para disfrutarla, la incapacidad de algunos espectadores para poder verlo adecuadamente por condiciones médicas o simplemente lo caro de sus aparatos son algunos de los motivos por los que ya ningún fabricante las ofrece.