Un grupo de independentistas boicotean en Girona a Judith Huerta, reportera de TVE, durante una conexión

Día tenso el que se está viviendo este 1 de octubre en Cataluña. Un año después de la realización del referéndum ilegal con el que se pretendía decidir si la comunidad autónoma debía convertirse en un estado independiente o no, han sido muchos los que han querido rememorar esta ya histórica fecha, y muchos de ellos no lo han hecho precisamente de forma pacífica.

Uno de los primeros altercados se ha vivido a primera hora de la mañana cuando más de doscientos miembros de los CDR han decidido cortar las vías de la estación del AVE en Girona. Aunque los Mossos d'Esquadra y el personal de seguridad del recinto ha intentado impedir la acción, estos sí han conseguido que ocho trenes no pudiesen arrancar con normalidad. De esta forma, seis de ellos han sido directamente anulados y otros dos han sufrido importantes retrasos. Paralelamente, también en la misma ciudad se ha vivido una segunda acción de los CDR. Estos han logrado sustituir la bandera española por una estelada en la Delegación del Govern en Girona.

El complicado momento

Para informar de ello, Televisión Española ha decidido desplazar a la periodista Judith Huerta a Girona, para que pudiese contar "in situ" y mediante una conexión con el Canal 24 horas todos los altercados que se estaban viviendo allí. ¿El problema? Un grupo de independentistas ha conseguido boicotear la conexión, impidiendo que la periodista pudiese narrar con normalidad lo que estaba sucediendo allí.

Huerta ha empezando contando los sucesos vividos a primera hora de la mañana en Girona cuando varios grupos de personas han empezado a desplegar sus esteladas a su alrededor. A medida que la catalana seguía explicando lo que había pasado, los gritos han empezado a aumentar, dificultando así su labor, hasta el punto en que no ha podido seguir hablando mientras que los independentistas gritaban "Televisión Española manipuladora". Paralelamente, varias personas han empezado a tapar la cámara con sus manos a la vez que cubrían a la periodista con sus banderas, algo que ha obligado a Huerta a explicar que pese a querer contar lo que estaba viviendo le estaba resultando imposible por el boicot que estaba viviendo en ese momento.