Tal y como contamos en nuestra crítica, el primer episodio de la decimoquinta temporada de 'La que se avecina' sirve como nexo entre esta tanda y la anterior. Sin embargo, hacia el final del capítulo se producen los principales cambios que afectarán a lo que está por llegar, que son el cambio de viviendas y de presidencia. Después de dos temporadas ostentando el cargo, Greta Garmedia queda relegada.
En una junta extraordinaria, Antonio Recio consigue engañar a la farmacéutica y le hace confesar que robó 70.000 euros de las cuentas de la comunidad. De este modo, Greta presenta su dimisión como presidenta, por lo que toca decidir quién asumirá el cargo después de que todos se negaran a aceptar la propuesta de Antonio Recio de erigirse él como mandamás de Contubernio 49. Para ello, se convoca un sorteo en el que Coque tiene que sacar de un bote el papelito con el piso premiado.Mauri en 'Aquí no hay quien viva' cuando le toca ser presidente
"And the winner is... ¡Bajo Derecha!", exclama el portero, provocando la tranquilidad de casi todos los vecinos, especialmente de Bruno, a quien habíamos visto muy nervioso y que, nada más resolverse este problema, se marcha corriendo de la junta. Entre tanto, mientras que Antonio Recio piensa que él es el presidente, Menchu le recuerda que con el cambio de viviendas ya no vive ahí, por lo que Cristina y Martín son ahora los propietarios de ese piso y, por tanto, los nuevos presidentes.
La analogía con 'Aquí no hay quien viva'
La presidenta histórica de Contubernio había sido Greta, del mismo modo que Juan Cuesta lo fue de Desengaño. Mientras que Juan sufrió varios varapalos durante su presidencia que le hicieron perderla, su caída definitiva en 'Aquí no hay quien viva' se produjo cuando se destapó, también porque él confesó sin haber pruebas, que había robado dinero de la comunidad para sufragar los gastos del día a día desde que no tenía trabajo. Después de unos episodios manteniendo el cargo con la palabra "chorizo" con más sentido que nunca, los vecinos acordaron destituirlo y el administrador realizó el sorteo para elegir al nuevo presidente.
A través de un programa informático, el administrador introducía los pisos de la comunidad para nombrar al próximo presidente y el elegido era el 1ºB, es decir, Mauri. Durante los capítulos siguientes, el personaje de Luis Merlo tuvo que hacer frente a su nuevo cargo, aunque intentó librarse de él con una enfermedad, luego buscó el modo de recaudar dinero sin el apoyo de los vecinos y por último acabó pasando de la presidencia, lo que ocasionó que la piscina de la azotea cayera en el salón de Lucía y que, ante la amenaza de una denuncia por el engaño de los vecinos, casi pusiera su piso en venta.
Así pues, entre este episodio de 'Aquí no hay quien viva', titulado 'Érase el primer presidente gay', y el primero de la decimoquinta, nombrado 'Una presidenta choriza, una suegra acosadora y un chiquipark a estrenar', existen ciertas semejanzas. Ya no solo es el modo en el que destituyen a los respectivos presidentes, sino ese guiño hacia Bruno con todo el agobio que tiene durante el sorteo y que corresponde a lo mal que lo pasó Mauri en el cargo, cuando también le cayó la responsabilidad mediante un sorteo.