HBO funda su 'Patria' en España invocando a nuestros fantasmas más cercanos

Dos jóvenes detienen su tránsito por la Parte Vieja de San Sebastián ante la imposibilidad de cruzar la calle del Puerto (Portu Kalea). Ante ellos, un numeroso grupo de manifestantes clama contra las medidas antiterroristas adoptadas por el Gobierno español. "Ahora que hay libertad de expresión...", murmura uno de los chicos mientras observa esa anacrónica estampa desde el sillín de su bicicleta. Tanto él como su compañero saben que lo que están viendo tiene tanto de real como de ficción, ya que se trata de un rodaje que ha transportado a la capital guipuzcoana a uno de sus momentos más conflictivos. Al mismo tiempo es 1989 y 2019, y la producción de 'Patria' avanza con paso firme.

La primera serie desarrollada por HBO en España parte de la exitosa novela homónima de Fernando Aramburu y tiene previsto su estreno para 2020. De la mano de Alea Media, con Aitor Gabilondo al frente, la plataforma estadounidense está traduciendo en imágenes este relato de un País Vasco dividido por los extremismos ideológicos y la violencia derivada de ellos. En el epicentro de esa vorágine se encuentran Miren y Bittori, cuya íntima amistad se fractura a la vez que su tierra natal. De ahí que el equipo de producción haya apostado fuerte por las localizaciones naturales, como esta arteria turística de San Sebastián por la que los figurantes de la manifestación circulan de un lado para otro. Inmersas en ese caracterizado gentío, las actrices Ane Gabarain y Elena Irureta dan su último paseo juntas. Al menos en el plano de la ficción.

Las dos actrices han caminado en paralelo desde el arranque de sus carreras, cuando coincidieron a comienzos de los noventa en la sitcom de ETB 'Bi eta bat', y ahora están al frente del elenco de una serie de proyección internacional. "Como soy muy fantasiosa, mientras leía el libro me imaginaba en los dos papeles," confiesa entre risas Gabarain, que encarna a la fanática y crispada Miren. De hecho, ambas reconocen que su perfil encajaría en ambos roles, y que el objetivo último es componer unos "personajes humanos y creíbles". Sin embargo, de no haber sido por el retraso en el inicio de la grabación de 'Patria', Irureta se habría caído del proyecto, ya que el solapamiento con la quinta temporada de 'Allí abajo' habría impedido su transformación en la exiliada y tozuda Bittori.

El veneno de la violencia

La novela de Aramburu arranca con el anuncio del cese definitivo de la lucha armada de ETA en 2011, que supone el inicio de una nueva era en un País Vasco enfrentado. Con el paso de los años, los tabúes se van disolviendo paulatinamente. "Poder hablar de algo hace que estemos un paso más cerca de la sanación," asegura Félix Viscarret, director de los cuatro primeros episodios de 'Patria', que reconoce la dualidad del material con el que está trabajando: "Es un relato de ficción, pero tiene unas raíces y unas implicaciones muy ancladas en una realidad sociopolítica que nos toca muy de cerca."

Tras el despido de Pablo Trapero a comienzos de febrero, Viscarret ha pasado a compartir las tareas de dirección con Óscar Pedraza, que se encargará de la segunda mitad del bloque de ocho episodios. Por el momento, el cineasta navarro, ganador de un Goya por "Bajo las estrellas", tiene en sus manos el estilo visual de la serie, la cual define como una "adaptación muy fiel" de la obra original. "Es una historia que muestra cómo la violencia llegó a enquistarlo todo: la cultura, la educación, las fiestas... Todo estaba afectado," analiza Viscarret, con la convicción de que a pesar de ser un relato muy local, tiene todos los ingredientes necesarios para apelar al público global: "Mostrar cómo la violencia envenena las relaciones a nivel personal y social es universal."

Respetar desde la distancia

El proceso de adaptación de 'Patria' implica invocar fantasmas que hasta hace poco exaltaban exclamaciones y dictaban silencios. "En muchos momentos hay que dar un paso atrás y recordar lo delicado y violento que era este tema hace dos días," afirma Viscarret. En ello coincide también Gabarain, consciente de que, a pesar de recitar las proclamas de su personaje, no puede dejar que Miren abduzca a Ane, o viceversa: " Lo abordas como un trabajo y hay que tener la distancia. Estás en una manifestación gritando Gora ETA militarra... pero estoy actuando."

La actriz donostiarra reconoce haber conocido "a muchas Mirenes y a algunas Bittoris", ya que en esencia son la representación parcial de las dos caras de la moneda del conflicto vasco. A la hora de representar de manera fiel y plural esa diversidad ideológica, sexual, emocional y, en definitiva, humana de la que goza la novela, también juega un papel vital el resto del elenco: José Ramón Soroiz (Txato), Iñigo Arambarri (Xabier) y Susana Abaitua (Nerea) completan la familia de Bittori, mientras que Mikel Laskurain (Joxian), Jon Olivares (Joxe Mari), Loreto Mauleón (Arantxa) a Eneko Sagardoy (Gorka) hacen lo propio con la de Miren. A lo largo de los ocho capítulos que compondrán 'Patria', el devenir de todos ellos se entrelazará en diferentes épocas y ambientes, con la ruptura entre ambas matriarcas como cimiento de la arquitectura narrativa.

Una vez disuelta la manifestación, los caminos de Bittori y Miren divergen. La tradición de compartir meriendas -ya sea tostadas o churros dependiendo del día- en San Sebastián se derrite de manera súbita como consecuencia de los caldeados conflictos personales de cada una. "A ver cómo salen de esta. Porque se ha enmarañado todo y enfangado la historia," sentencia Irureta.