El oligopolio del streaming plantea un futuro complicado para los usuarios, con unas plataformas que unánimemente deciden subir los precios de sus suscripciones. El 8 de abril de 2022 tuvo lugar la fusión entre dos gigantes de los medios de comunicación: WarnerMedia y Discovery, Inc., propietaria esta última de la cadena de televisión de pago Discovery Channel. Entre sus diferentes divisiones, cuenta con Discovery+, al que se suma HBO Max.
La Conferencia Goldman Sachs Communacopia fue testigo de unas declaraciones realizadas por el director financiero de la compañía, Gunnar Wiedenfelds, que consideró los precios de ambos servicios de streaming por debajo de lo debido ("underpriced"), en una clara indirecta que supone el anuncio menos esperado por los suscriptores: una subida de las tarifas. Como ya se había mencionado, está previsto que este servicio fusionado esté disponible a mediados del año 2023.
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El precio del próximo HBO Max-Discovery+ es todavía un misterio. La intención de combinar ambos servicios, según Wiedenfelds, es ofrecer la laureada programación de HBO con el contenido de telerrealidad más ligero de Discovery+, con el objetivo de disminuir el número de usuarios que deciden darse de baja, un sangrado que amenaza la existencia de otros gigantes del vídeo a la carta como Netflix.
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No son los únicos
Netflix, precisamente, ha anunciado importantes cambios en la futura gestión de los contenidos de la plataforma: su suscripción estándar se ramificará en dos, una con anuncios más barata y con menos contenidos, y otra completa y sin publicidad, pero más cara. Si bien la decisión de Netflix se debe a la crisis que atraviesan, el caso de Disney+ es distinto: sus cifras de crecimiento son inauditas y, sin embargo, también doblará su suscripción en una versión con anuncios y otra sin ellos, manteniendo el precio de la primera igual al actual y aumentando un 38% la tarifa del ad-free.