'The Good Doctor' ha inyectado nueva vida a un género tan recurrente como el drama médico. La ficción desarrollada por David Shore, creador de 'House', no solo ha generado un impacto tremendo en Estados Unidos, donde se ha convertido en el producto estrella de ABC, sino que ha dado la vuelta al mundo gracias a la historia de Shaun Murphy, un joven cirujano autista y con síndrome de savant que aprende a aplicar sus vastos conocimientos a un mundo tan exigente como el hospitalario.
Alrededor del personaje interpretado por Freddie Highmore nos encontramos con un amplio reparto, en el que Hill Harper destaca por su veteranía y presencia como el doctor Marcus Andrews. En la segunda temporada, que Telecinco emite cada martes en el prime time, este carismático líder debe superar un bache importante, y desde FormulaTV hemos tenido la oportunidad de hablar con Harper acerca de ese punto de inflexión, de la relevancia cultural de la serie y del resplandeciente camino que tiene por delante.
El doctor Andrews en 'The Good Doctor'
En la recta final de la segunda temporada, Andrews toma una decisión vital, ¿cómo viviste ese giro?
El doctor Andrews suele ser incomprendido, ya que realmente se preocupa por los pacientes, esa es su prioridad. Por eso se hizo médico. Y durante las dos primeras temporadas ve que Shaun ayuda a salvar a más pacientes, es un doctor increíble, así que se da cuenta de que merece la pena sacrificar su posición como presidente y jefe de cirugía, porque, en última instancia, supondrá salvar a más gente.
La tercera temporada empieza con Andrews en una nueva posición, ¿cómo fue la experiencia de empezar casi de cero?
Como actor, es maravilloso interpretar un cambio así. Porque nos permitió mostrar una nueva cara de Andrews, que se pasó las dos primeras temporadas escalando para conseguir más poder. En esta ocasión, es más humilde y no quiere ascender más, así que no tiene esa necesidad de actuar de una determinada manera. Solo tiene que ser un doctor normal que cuide de los pacientes, no necesita competir. De esta manera, pudimos cambiar la forma en que interactúa con los demás personajes, para ver una versión menos ruidosa y más blanda. Hasta en el vestuario se nota ese cambio, ya que en las dos primeras temporadas siempre va entallado en un traje, y en la tercera lleva jerseys y se despoja de la corbata. Y para mí es increíble haber podido hacerlo porque me permite explorar la complejidad del personaje.
El año pasado, Freddie Highmore nos comentaba que, mientras que House estaba cargado de cinismo, Shaun es mucho más optimista, lo cual ha atraído especialmente al público. ¿Crees que la gente está harta del pesimismo que nos rodea constantemente?
Sí, vemos negatividad a nivel global, ya sea en cuestiones políticas, económicas, religiosas, raciales o idiomáticas. Y, en esencia, 'The Good Doctor' trata de unir a la gente y de superar obstáculos, porque, sin importar cómo de diferente seas, aportas algo valioso. La gente quiere que le recuerden que importan. Nadie es perfecto, pero eso no significa que no seamos valiosos. También creo que les encanta ver la honestidad. Con las redes sociales y todo esto, a la gente le cuesta distinguir qué es verdad y qué no, al igual que se pueden compartir mentiras que no tienen nada que ver con la realidad. Shaun no tiene la habilidad de mentir, no quiere hacerlo. Así que cuando dice algo, la gente sabe que lo dice de verdad, y el público desea ver ese grado de honestidad.
Hill Harper encarna a Andrews en la segunda temporada de 'The Good Doctor'
Precisamente uno de los elementos que hacen tan honesta a 'The Good Doctor' es su apuesta por la diversidad, ¿crees que el éxito de la serie abrirá el camino a una representación más genuina de la sociedad?
Algo que me encanta de la serie es que sea una de las más diversas de la televisión. El mundo tiene este aspecto, así que representar que personas diferentes pueden ayudarse a ser mejores es fundamental. No hace falta retrotraerse a pequeñas tribus, realmente podemos trabajar juntos para evitar divisiones. Y otra razón por la que la serie funciona es porque el hospital es en cierta medida un microcosmos del mundo: hay gente que sufre, que está bien, que necesita algo, que está trabajando, que intenta ser política y ascender...
Como activista, ¿qué objetivo te gustaría cumplir desde una serie con tanto alcance como 'The Good Doctor'?
Con respecto a esa posibilidad de evolucionar, ¿es algo que te atrae para mantenerte en la serie a largo plazo?
No sé qué pretenden hacer con Andrews, pero espero que encuentren la forma de retomar el tema de su vida personal. Porque creo que al público también le interesa ver que los médicos llevan vidas diferentes dentro y fuera del hospital. Estoy emocionado por ver qué pasa. Estamos terminando de grabar la tercera temporada y ya nos han renovado por una cuarta, así que tengo ganas de ver qué tienen pensado hacer con la serie y con Andrews.
Esto son imaginaciones mías, pero creo que veremos a Andrews recuperando la ambición, porque una persona que es ambiciosa no pierde eso. No creo que lo muestren de la misma forma, pero diría que no se va a quedar atendiendo pacientes complacientemente, sino que tratará de manifestar esa ambición de nuevo. Ya veremos qué pasa.
Andrews cambia de aspecto en la tercera temporada de 'The Good Doctor'
No estoy interesado en eso. Cuando escribo y dirijo quiero contar historias más abiertas, pero ese es mi caso. Es una de las cosas que respeto de la gente que escribe 'The Good Doctor', que se le da muy bien hacer ese tipo de serie. Si lo hiciera yo, probablemente lo acabaría escribiendo casi todo otra persona y pondrían mi nombre. Me gustó que el otro día en los Oscar dijeran que viendo los treinta primeros segundos de una película, podías reconocer si era de Tarantino, Scorsese... Me encantaría tener mi propio estilo, y 'The Good Doctor' ya tiene el suyo. La gente de la serie lo hace genial, así que yo haré algo que espero que sea muy diferente.
Siempre me ha interesado el dinamismo, que los personajes y las cámaras se muevan. Y, para ser honesto, 'The Good Doctor' está más interesada en generar ese movimiento en el corazón del espectador que en poner a los personajes a correr de un lado para otro. No es que no haya momentos de acción, pero no nos movemos mucho. Hay discusiones, conversaciones con los pacientes, operaciones... Pero lo importante es el contenido emocional, y eso lo quiero aplicar a mis proyectos. Hay que recordar que la gente puede emocionarse con algo sencillo y puro, aunque no te vean haciendo cardio.
Y otro elemento imprescindible es Freddie Highmore, que interpreta a Shaun con tanto talento que creo que debería ganar todos los premios, desde el Globo de Oro a los Emmy. Está brindando la mejor interpretación en televisión. Trabajo con él cada día y ver lo que hace es increíble, es un actor maravilloso. Siempre estamos escuchando hablar de cámaras y tecnología, pero cuando tienes grandes guionistas e interpretaciones, casi no tienes que preocuparte de nada más.
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Durante el desarrollo, 'The Good Doctor' lo tuvo algo complicado. Mi agente me comentó que había otra serie, una de superhéroes de Marvel, que ya tenía encargados trece episodios para su emisión, mientras que 'The Good Doctor' tan solo contaba con el piloto. Así que me recomendaron que optara por la serie que ya tenía garantizada la emisión, porque me decían que todos los años las cadenas encargan al menos una serie que les da buena imagen, aunque luego no salga adelante o la pongan durante la midseason. La mayoría de las series tienen un protagonista atractivo y con unos buenos abdominales, pero en 'The Good Doctor' el protagonista no es perfecto, es muy diferente. Mucha gente decía que se podía tener a un personaje así en una serie, pero que tendría que ser secundario, que es lo que ya hemos visto antes. Por lo que muchas veces se trató a 'The Good Doctor' como el pequeño proyecto que quizá pasaría, pero al final se ha demostrado que si le ofreces al público algo especial y genial, lo acabarán encontrando.