'Gente maravillosa', programa presentado por Toñi Moreno, volvió a repetir una de sus famosas cámaras ocultas con situaciones injustas, en este caso, sobre la discriminación hacia las personas con Síndrome de Down. En esta ocasión, han puesto el anzuelo ante la cantante Sonia Prieto, más conocida como La Húngara, que se ha convertido en la última celebrity "víctima" del programa, como ya sucedió con otros artistas como Merche, Blas Cantó o María del Monte.
La Húngara junto a la bailaora Ángela tras descubrir la cámara oculta de 'Gente Maravillosa'
Como es habitual, el programa contó con un par de actrices cómplices en la cámara oculta, grabada en una academia de baile de Écija. La primera fue Ángela, una bailaora con Síndrome de Down que fingía presentarse al casting para poder actuar junto a La Húngara en un supuesto programa de televisión. La segunda, Paqui, interpretaba el papel de coreógrafa encargada de la selección de bailaoras y tendría que rechazar la participación de Ángela a raíz de los prejuicios en contra de las personas con dicha alteración genética, como una supuesta escasa memoria o "poca maña" para bailar.
Mientras Paqui intentaba convencer a Ángela para que abandonara la academia de baile tras su llegada, fue la propia Húngara quien se acercó a las dos actrices. Ante las palabras despectivas de la falsa coreógrafa, instó de inmediato a la bailaora a demostrar sus habilidades e incluso llegó a afirmar que ya estaba seleccionada. Sin embargo, ante los desagradables comentarios de Paqui, la cantante llegó incluso a amenazar con marcharse, y no solo de la academia. "Si ella no está capacitada, La Húngara tampoco va al programa", defendió la artista.
"Es como todas las demás"
La Húngara no quiso desperdiciar la ocasión para que Ángela demostrara sus dotes para el baile, incluso a pesar de la reticencia de la coreógrafa. "No te conozco de nada, pero espero de verdad no volverme a cruzar contigo", declaró la cantante antes de comenzar la prueba, para la que Paqui pedía que el criterio aplicado a Ángela fuera "el mismo que a todas las demás". "Por supuesto. Es que ella es como todas las demás", declaró la cantante, tajante, y le reprochó a la falsa coreógrafa que, por ese mismo motivo, "no se podía comportar así".
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La tensión llegó incluso más lejos cuando Paqui declaró que Ángela "no era normal". "No te quiero escuchar. Me dan ganas de coger la chaqueta y el bolso e irme", amenazó la cantante, que justificó su permanencia con el respeto que sentía hacia Lola, dueña de la academia de baile, y el resto de las niñas. Una desagradable situación que, para alivio de la Húngara, llegó a su fin cuando aparecieron las cámaras, una revelación con la que se le saltaron las lágrimas a causa de la emoción.