Tras haber sufrido un infarto agudo de miocardio que forzó a que se le realizase un cateterismo, Iker Casillas ha obtenido el alta del Hospital CUF Porto en que se encontraba ingresado. El portero español abandonaba la clínica de Oporto acompañado de su mujer, Sara Carbonero, y ha querido satisfacer a los periodistas concediendo una rueda de prensa justo a la salida del centro.
Iker Casillas en imágenes recogidas por 'Deportes Cuatro'
Precisamente a repartir agradecimientos es a lo que ha dedicado la mayor parte de la conferencia. Las muestras de cariño de su familia, la inspiradora pancarta que mostraron los jugadores o el aluvión de mensajes de apoyo que le han dejado en redes sociales han sido gestos que el madrileño ha sentido y valorado con un "gracias". Hasta ha reconocido la labor de los periodistas y fans congregados en la puerta de la clínica, como ha dicho ante las cámaras: "Quiero agradeceros a vosotros todo este tiempo que habéis estado aquí. Que tampoco es fácil, pero bueno, había que dejar que el corazón se asentase".
Lo principal, la sonrisa
También ha querido tranquilizar a quienes pudiesen estar inquietos respecto a su estado de salud. "Me encuentro mucho mejor. Un poco emocionado, pero estoy bien", explicaba el jugador, aunque no era necesario aclararlo ante sus ojos llorosos. Eso sí, a pesar de las lágrimas se mostraba ansioso por volver a lucir una sonrisa: "Hay que sacar siempre una sonrisa de estos momentos. Yo creo que la voy a sacar, la verdad, pero es que me emociono de ver tanta gente aquí y tantas muestras de cariño".
Igual que no sabe cuándo volverá a sonreír después del susto, Casillas tampoco tenía claro cuándo será capaz de volver a jugar, pero no es en lo que está pensando: "Será un reposo de un par de semanas, incluso de un par de meses, no lo sé. La verdad es que me da igual. Lo importante es estar aquí". Por el momento, el suplente del Oporto, Vaná Alves, continúa jugando sus partidos en la liga portuguesa.