Iker Jiménez se ha vuelto asiduo a Twitter para expresar su opinión. Ya lo hizo con el caso de Borja, el joven que había sido condenado por el homicidio imprudente de un hombre que había atracado y se encontraba propinando una paliza a una mujer. Ahora, lo hace, precisamente, para denunciar los brotes violentos que hay en la actualidad. "No sé por qué, pero hay miedo a hablar de las cosas", comienza a reflexionar el periodista.
Iker Jiménez, en 'Cuarto milenio'
"Soy periodista, pero ver las noticias; o algunas noticias, empiezo a pensar que afecta a la salud. Cuando coinciden varios asesinatos a sangre fría, manadas, espadazos, palizas, empujones a las vías... Uno reflexiona. Y piensa que es un delirio", expresaba. El presentador estaba haciendo referencia a varias noticias que han marcado los primeros días de este agosto de 2019, como la 37 agresión sexual múltiple en lo que va de año -en este caso seis hombres de entre 18 y 36 años han violado, presuntamente, a una joven de 18 años en Bilbao-, el chico empujado de una patada a las vías del metro o el hombre que se paseaba por Usera (Madrid) con un machete en la mano.
"Siempre ha habido violencia", como apunta Jiménez, pero lo que no entiende es que cómo "personas multireincidentes o con control cero, con machetes en pleno día, vaguen por las calles". "Que sea una rutina con la que parezca que hay que tragar es el indignante misterio", sentencia el periodista, que pone también el foco de atención en lo que cree que es una "autocensura" en los medios: "Como si mencionar los problemas te señalase. Eso sí que es perverso".
La anécdota que ha querido compartir
Las palabras de Iker Jiménez venían a colación de una historia que le ha tocado de cerca, la de un amigo policía que, según cuenta, "está viviendo un calvario". "Hace tiempo se enfrentó a un tipo peligroso, multireincidente, dispuesto a provocar una desgracia en plena calle. Lo retuvo jugándose la vida y a partir de ahí todo problemas. Como si él fuese el peligro", narraba el periodista.
La historia se suma a la de otra persona cercana a él, una a la que tres individuos le intentaron abrir el coche "para robarle o secuestrarle" en plena calle de Madrid a las diez de la noche. "Con chulería e impunidad", denunciaba.
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Con estos relatos y alzando la voz, el comunicador pretende romper así el silencio que cree que hay en torno a estos temas. "¿Cómo que no hay que alarmar? ¿No hay que alarmar a la buena gente? Si de eso depende que solo una persona evite una situación de peligro, ya habrá merecido la pena", termina.