Si algo ha caracterizado siempre al programa de Canal Sur 'Gente Maravillosa' son sus cámaras ocultas. Semana a semana, el formato de la autonómica andaluza apuesta por realizar experimentos sociológicos en los que se comprueba si los andaluces son capaces de empatizar con personas que sufren algún tipo de discriminación y se atreven a defenderles frente a sus detractores. De esta forma, se evidencian problemas que siguen existiendo en nuestra sociedad como la homofobia, el racismo o el machismo gracias a actores que simulan todo tipo de situaciones frente a personas anónimas.
Toñi Moreno en 'Gente maravillosa'
Habitualmente este tipo de cámaras ocultas las protagonizan actores profesionales, algo que cambiará en la entrega número 100 del programa ya que será Toñi Moreno la encargada de ponerse en la piel de un afectado. Los responsables del programa han querido que la conductora sienta lo que sucede en una cámara oculta como las que se realizan en el programa. De esta forma, la periodista se transforma en una mendiga que acude una mañana a un bar a desayunar y es increpada por el dueño del bar en el que está. Será su primer trabajo como actriz en la autonómica andaluza.
El equipo del programa caracterizó a Moreno para evitar que fuese descubierta por los clientes de ese bar, la vemos totalmente transformada en mendiga, una imagen que bien seguro impactará a los espectadores del formato. Esta entrega todavía no se ha emitido pero sí ha sido lanzado ya un avance en el que vemos algunos momentos de la cámara oculta. Las lágrimas, los gritos y la sensibilidad de la gente son sin duda protagonistas de este momento que bien seguro generará infinidad de comentarios en Canal Sur.
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"Yo no bebo alcohol"
La cámara oculta se centra en como muchas personas discriminan a los mendigos, simplemente por serlo. En este caso, vemos como el dueño del bar (un actor) intenta echar a Moreno de su recinto en el que se encontraba desayunando. "¡Esto no es un comedor social! Dejarla meterla ahí...!", le grita, a la vez que Moreno rompe a llorar, pidiendo que no la echen. Súplicas como "Yo no bebo alcohol, no tengo casa pero no bebo alcohol" es solo una parte de todo lo que Moreno acaba diciéndola al dueño, quien no duda en acusarle de querer dinero para emborracharse. Como suele ser habitual en este tipo de cámaras ocultas, vemos como las personas que estaban en el bar rápidamente deciden defender a la afectada, en este caso Moreno, amenazando incluso en abandonar el recinto inmediatamente.