Lo que parecía una noticia más hablando sobre los daños materiales provocados en nuestro territorio por las fuertes lluvias, acabó desembocando en un caluroso debate en las redes sociales sobre la vestimenta que portaba el reportero encargado de cubrir la noticia en el informativo regional extremeño. Javier Serrano se trasladaba al Colegio Cervantes de Mérida para informar de los perjuicios causados por el temporal en las provincias de Badajoz, Cáceres y Huelva durante los últimas días cuando los espectadores se percataban de su peculiar aspecto: chaqueta de chándal y una larga barba que sobresalía por debajo de la mascarilla.
¿En serio, @Telediario_tve, puede un reportero dar esta imagen?, ¿sigue el manual de estilo de la televisión pública?@CdItve @TvPlataforma @tvedetodos @rtve @rtvenoticias @RTVE_Ext pic.twitter.com/6E0rn1M9zX
— Otro Tuitero (@Otro_Tuitero_) September 24, 2021
"¿Puede un reportero dar esta imagen? ¿Sigue el manual de estilo de la televisión pública?", exponía un espectador en Twitter, dando paso a una controvertida discusión en la conocida red social respecto a la existencia o no de un código de vestimenta en la cadena pública. De igual modo, había quienes apuntaban directamente al director de contenidos e informativos de RTVE, Esteve Crespo.
Es el caso de la Plataforma TVE Libre, que apuntaba que ni el manual de estilo ni la dirección de imagen y del sentido común aconsejan que la televisión pública dé una imagen así en sus informativos. Una afirmación amparada por muchos otros usuarios cabreados por el aspecto del periodista, recordando incluso cómo el propio Serrano "sí cumplía los estándares" hace trece años, también en un programa de Televisión Española. "Mientras, miles de jóvenes esforzándose a tope para trabajar en la casa, currándoselo y sin oportunidades", reflejaba otro tweet del mismo espectador encargado de abrir el hilo del candente tema.
Disparidad de opiniones
No obstante, y como suele suceder en la red social del pájaro azul, hubo quienes se mostraron totalmente en contra de estas quejas y primaron la profesionalidad del reportero, así como que "cumpliera correctamente con su labor informativa", dejando patente el criterio de que mientras un profesional sea capaz de exponer de manera correcta los hechos de un acontecimiento, resulta secundario tanto su aspecto como la vestimenta que porte en el momento concreto.
