Así es 'Inés del alma mía', un viaje al Chile del siglo XVI que "no juzga a los conquistadores"

"Como latinoamericano siempre tuve una actitud bastante crítica respecto a lo que ha significado la conquista, pero a raíz de empezar a hacer esta historia nos pusimos en la piel de los conquistadores: sin saber a dónde iban, meses y meses en un barco, llegar y atravesar la selva, montañas, ríos... Había que tener mucho valor. Son admirables. He aprendido a respetarlos". Así resume Alejandro Bazzano (La Habana, 1963) su experiencia al frente de 'Inés del alma mía', el ambicioso proyecto de RTVE -junto a Chilevisión y la productora Boomerang- que traslada a la pequeña pantalla la novela de Isabel Allende.

El director nos cuenta los detalles desde la parada del rodaje en el Castillo de La Calahorra, Granada, donde se recrearon parte de los interiores del palacio de Francisco Pizarro en el Cuzco de la época virreinal. Cubano de nacimiento, uruguayo de corazón y con familia chilena, Bazzano ha participado en series como 'Presunto culpable', 'La víctima número 8' y las dos primeras temporadas de 'La Casa de Papel'. Aquí se reparte el trabajo con el chileno Nicolás Acuña, con cuatro de los ochos episodios por cabeza. No más de 55 minutos por episodio para una serie con ocho millones de euros de presupuesto que primero se verá en Televisión Española, luego en Chilevisión y, por último, en la plataforma Amazon Prime Video.

Se trata de un viaje al siglo XVI de la mano de Inés Suárez (Elena Rivera), una adelantada a su tiempo que cruzó el Atlántico en busca de su marido, caído en batalla, para acabar fundando Santiago de Nueva Extremadura -actual Santiago de Chile- tras unirse a la expedición de Pedro de Valdivia (Eduardo Noriega). Tras enrolarse como sirviente para que Pizarro (Francesc Orella) aceptase, Inés fue pieza fundamental en la conquista y posterior defensa de la ciudad. Una historia de duras batallas y conspiraciones, pero también de pasión. "A veces comparo la historia de amor de Inés y Pedro con la de Marco Antonio y Cleopatra", explica Paco Mateo, guionista encargado de adaptar el texto de Allende. "Sin atender a la época, tiene una cercanía que hace que cualquier persona diga 'esto me ha ocurrido a mí con mi pareja'. Es una historia de una pareja desde que se conocen, se enamoran y cómo ese amor se va deteriorando como ocurre en cualquier otra", apunta sobre las claves de un proyecto que cuenta con el aval de la autora: "Allende fue revisando los guiones y nos compartió sus impresiones, que hay que decir fueron bastante positivas", reconoce Mateo con el "honor" y la "responsabilidad" de adaptar a la escritora en español más vendida y traducida de la historia.

No habido ningún tipo de queja desde Chile. Cuando hay violencia se cuenta y eso da idea de la objetividad de los historiadores

Al igual que los directores, Mateo confía en la veracidad de los cronistas de la época, como Pedro Mariño de Lobera y Jerónimo de Vivar: "Nosotros hemos sido fieles a la novela, y Allende se basa en los historiadores españoles. Ellos cuentan la verdad, como periodistas. Si en algún sitio se llevan muy bien con los indios, llegan a acuerdos, hay colaboración; en otro, Valdivia llega a un pueblo y manda cortar las orejas y narices de todo el pueblo como represalia por la hostilidad", reflexiona el guionista, seguro de que "no habido ningún tipo de queja desde Chile" por la visión de los hechos. "Como en cualquier proceso de conquista, como en la romanización, había cosas muy buenas y cosas muy malas. Cuando hay violencia lo cuentan y eso da idea de la objetividad. Es una crónica no juzga a los conquistadores", concluye.

En la misma línea, Bazzano recalca que Isabel Allende "se encargó de darle un toque muy latinoamericanista" a la novela. "Ella no toma partido y nosotros seguimos esa vía. Es un hecho histórico innegable, no hay ningún intento por nadie de hacer un revisionismo. Los españoles fueron a conquistar el mundo y se encontraron ese mundo. En ese mundo ya había muchas injusticias, imperios y tribus que dominaban a otras tribus. Se encontraron dos culturas con sus características y esos choques son dolorosos. En la historia hay mucho sufrimiento, injusticias, pero hay que entender ese momento histórico y ponerse en la piel de los protagonistas tanto de un lado como del otro. Lo sufrieron los indios y obviamente también los españoles. Justo cuando llega Inés a Cuzco acaba de terminar una guerra civil entre los pizarristas y almagristas. La historia está llena de hechos contradictorios. Por eso es tan apasionante, porque te lleva a una época en el que el mundo se movía de otra manera", argumenta el director.

Un rodaje a tres bandas

Jorge Redondo, productor ejecutivo de Boomerang, destaca el interés de los peruanos por conocer esta parte de la historia. "Tienen muchas ganas de que se cuente una época de Cuzco que apenas se ha tocado como es el reinado de los Pizarro. Redondo da fe de las complicaciones de un rodaje a tres bandas entre España, Perú y Chile, además de en lugares tan bellos como poco accesible como las junglas de Panamá y o el desierto de Atacama. "Ha habido que triplicar vestuarios, fletando dos barcos, uno a Perú y otro a Chile", expone sobre un cargamento que incluye 300 looks minuciosamente confeccionados de españoles e incas con sus correspondientes túnicas, ponchos y botas. Más sencillo, entre comillas, fue rescatar la esencia del pueblo mapuche. "Su chamal ha cambiado muy poco del siglo XVI hasta ahora, hay fotografías que datan que es similar ahora", detalla Loles Galeán, figurinista encargada del diseño de vestuario que trabajó en "Palmeras en la nieve".

Elena Rivera, eje central

Si Inés Suárez es la protagonista de esta historia desde su Plasencia natal hasta la conquista de Chile, Elena Rivera también fue el eje central desde los primeros pasos del proyecto. Conocida por sus papeles en 'Cuéntame cómo pasó' y 'La verdad', la aragonesa se lanza a la aventura histórica con el respaldo de todo el equipo. "Cuando la vimos en el casting nos impresionó a todos, fue una decisión unánime", reconoce Bazzano, que ya había trabajado con ella en 'Toledo' cuando tenía solo 19 años.

"Es un gran actriz, tiene algo muy especial", apunta el director, convencido de su valor en el proceso, "desde los 17 hasta los 40 años" que abarca la protagonista. "Inés es inocente y joven, pero no deja de tener esa carácter fuerte. Es un personaje tiene que tener mucha fuerza y Elena lo tiene, pero a la vez tiene ternura para las secuencias de amor y amistad", afirma el cubano, que también valora la identidad del personaje en la serie. "Desde el minuto se ve a una persona preocupada por los pobres y desvalidos, de corazón noble, pero hasta el bueno de corazón, si se enfrenta a una situación límite y tiene que salvarse a él y los suyos de la devastación, puede llegar a cometer actos extremos".

Bazzano también fue clave en la elección, a posteriori, de Eduardo Noriega como Valdivia, pues habían coincidido en 'No te puedes esconder' para Telemundo. "Tiene el porte y la edad justa, unos 15 años más que Elena, la diferencia que tenían Inés y Valdivia. La química que se ha dado entre ellos es estupenda", celebra el cineasta sobre un reparto que completan Benjamín Vicuña como Rodrigo de Quiroga, Carlos Bardem (Almagro), Enrique Arce (De La Hoz), Antonia Giesen (Cecilia), Federico Aguado (Hernando Pizarro), Carlos Serrano (Juan de Málaga), Ismael Martínez (Aguirre) y Juan Fernández (Don Alonso), entre otros.