Antena 3 emitió el miércoles 26 de abril una nueva entrega de 'Una vida Bárbara', en la que Bárbara Rey relató algunos de los momentos más oscuros de su relación con Ángel Cristo, incluso estando embarazada de sus dos hijos. Una situación que, sin embargo, no llegó a su fin cuando la pareja firmó el divorcio, puesto que el domador habría seguido cometiendo abusos hacia la vedette.
Rey recordó el "peor año de mi matrimonio", cuando Cristo comenzó a engancharse a las drogas, momento en el que no pudo contener el llanto: "No quería que me tocara. Él se daba cuenta y me insultaba: '¿Qué te pasa, puta? ¿No quieres que te toque yo, te gustan los que te pagan, ¿verdad?'. Me quedaba en una esquina de la cama y lo que me tocara, con tal de que no me hiciera más daño. Y nadie me ayudaba". Fue entonces cuando "un día se altera mucho y me dice que se quiere divorciar, que si no iba, me llevaba arrastrando de los pelos", por lo que "firmamos un acuerdo de separación en el que me hizo renunciar a absolutamente todos los bienes, solo que me quedaría con los niños en la casa en la que vivíamos y él me pagaría una pensión".
Bárbara Rey, en una noticia sobre una de las agresiones de Ángel Cristo relatada en 'Una vida Bárbara'
"Yo vivía sola, pero él venía cuando le daba la gana. Y me insultaba. Pegaba una patada a la puerta de mi dormitorio y me violaba mientras me escupía en la cara y me llamaba puta", relató la murciana, sin parar de llorar. Rey relató además un violento episodio en el que, al volver a casa del trabajo, Cristo se abalanzó sobre ella con un gran cuchillo de cocina y solo la intervención del fotógrafo Manolo Carrero evitó una tragedia. "Ángel subió las escaleras, me bajó arrastrando, me tiró en el vestíbulo, me cogió por el cuello y empezó a golpearme la cabeza contra el suelo", contó la vedette, momento en el que Carrero calmó al domador, quien "me sacó arrastrando de los pelos por el jardín y todo y me dejó en la calle".
"Nadie me ayudasteis"
"Me animaron para que lo denunciara, nunca lo había hecho. Tuve suerte, porque él me denunció por abandono del hogar y desobedecer mis obligaciones como madre y esposa", desveló Rey, quien por entonces "no podía ver a mis hijos". En medio de esa situación, la murciana se vio obligada a vender sus memorias para pagar a su abogado y, con el tiempo, "empiezo a ir a buscar a mis hijos porque veo que puedo, para llevármelos a comer". No obstante, "hubo alguien maravilloso que lo contó", lo que dio pie a que, en una de sus visitas a los niños en el colegio, Cristo apareciera por allí.
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"Entramos en un despacho, me llevó unos papeles para que firmara que renunciaba a todo y le dije que no. Se puso como un loco, se vino para mí, me escapé como pude y abrí la puerta pero, antes de salir, me dio un golpe en la nuca que me dejó un mes y medio con collarín", compartió la vedette, sobre un episodio que se produjo mientras los niños salían del centro, con las madres delante. "Nadie, nadie, nadie, nadie, por si me estáis viendo del colegio, nadie me ayudasteis", recriminó Rey, quien acabó consiguiendo la custodia de sus hijos, aunque "tenían que ir un fin de semana sí y otro no, y mitad de vacaciones. Con una persona drogada y alcohólica, que tuvo un montón de accidentes con el coche".